La contaduría pública en México tiene 117 años de existencia. Como se podrá percibir, don Roberto fue uno de los pioneros en establecer una firma dedicada a prestar servicios relativos a la materia. Cien años después, existe una gran cantidad de despachos contables que han sido establecidos, estoy seguro, con el mismo entusiasmo y ánimo de servicio que el fundado por él.
El despacho establecido por don Roberto tuvo una base y una filosofía muy peculiar, apoyada en el concepto de “familia”; sí, una gran familia trabajando bajo un nombre y un prestigio que cuidar y engrandecer. Este concepto le dio una gran cohesión al despacho e hizo que sus colaboradores se identificaran de una manera especial entre ellos mismos.
La permanencia en el tiempo requiere sólidos fundamentos y valores que le den trascendencia a la institución; asimismo, tratándose de una firma de contadores públicos, el concepto de servicio es la médula, el corazón y el cerebro en el que se basa su existencia y desarrollo. En DeRCA este concepto fue el pilar de su desarrollo que, en cierto momento, lo llevó a ser el despacho más grande y reconocido de México.
La calidad del servicio proporcionado por DeRCA siempre estuvo basada en la preparación y experiencia de sus integrantes, en su profundo conocimiento del cliente y sus requerimientos, así como en el interés de apoyar y servir. Quienes tenían a su cargo el encabezar esos servicios se distinguían por su liderazgo, ética, honestidad e independencia. La relación entre socios y personal se basaba en un espíritu de equipo, de colaboración y apoyo mutuo, y de predicar con el ejemplo. Había conciencia de la herencia recibida de quienes los habían antecedido y del compromiso de transmitirla a quienes venían después.
Con el tiempo y ante la creciente demanda de los clientes por ser atendidos en las ciudades donde tenían sus operaciones, el despacho comenzó la apertura de las denominadas “oficinas foráneas”, iniciando en 1963 en Monterrey, Nuevo León. Al momento de la fusión con Price Waterhouse, DeRCA contaba con diez oficinas foráneas, desde las cuales se daba servicio a un número importante de clientes.
Debido a la experiencia que tuvo don Roberto al ser parte del comité que el Gobierno mexicano formó y envió a Nueva York para renegociar la deuda externa en 1922, ya habiendo establecido su despacho, mantuvo un interés especial por darle una proyección de tipo internacional. Así, en 1945 obtiene la representación de Arthur Andersen & Co en México, la cual terminó en 1955 debido a que esa firma decidió establecer su propia oficina en el país. En 1957, el despacho inicia una relación con la naciente firma internacional denominada Coopers & Lybrand, ésta dura hasta 1988 cuando surge la fusión con Price Waterhouse.
Este enfoque internacional permitió a muchos miembros de la firma, especialmente a socios, adquirir experiencia profesional en el extranjero, misma que, más adelante, aplicaban en México para la atención de los clientes (mexicanos y provenientes de otros países).
Otro aspecto a resaltar del despacho de don Roberto fue su profundo interés por participar y apoyar a las instituciones educativas y a los gremios profesionales. Siguiendo su ejemplo, un número importante de colaboradores del despacho dieron clases en diversas instituciones educativas; muchos de ellos, aportaron parte de su tiempo participando en las comisiones de trabajo de los colegios de contadores públicos de su localidad y, en muchos casos, presidiéndolos, así como en el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), donde siete socios de DeRCA llegaron a presidir su comité ejecutivo.
Asimismo, fue importante su participación en organismos internacionales, tales como la International Federation of Accountants (IFAC), Asociación Interamericana de Contabilidad (AIC), International Fiscal Association (IFA) y otras más. Nuevamente, predicando con el ejemplo, don Roberto y quienes le siguieron, participaron activamente en el apoyo de la profesión.
Durante el correr de los años, un número importante de colaboradores salió del despacho para establecer su propia firma de contadores públicos, llevando la mística y la filosofía aprendida en DeRCA. Hasta la fecha, siguen existiendo muchos de esos despachos proporcionando servicios de gran calidad a sus clientes; son, de alguna forma, herederos de las enseñanzas y de los valores inculcados por don Roberto a su “gran familia”.
Que ese gran mexicano y contador público, forjador de tantos profesionales comprometidos, sirva de ejemplo y de guía a las nuevas generaciones, así como a los nuevos emprendedores que han decidido establecer su práctica independiente. Por eso y mucho más, estamos celebrando los cien años de la fundación de DeRCA.
© 2024 Colegio de Contadores Públicos de México, A.C.
Directorio Contacto Aviso legal Acerca de VeritasInicia sesión o suscríbete para continuar leyendo.