Por otro lado, hay una redefinición radical acerca de cuáles son las capacidades singulares, así como sobresalientemente humanas y, por ende, irremplazables en buena medida por la IA. Es previsible que las habilidades singulares de relación humano-humano y humano-máquina en la era de la IA serán gradualmente incorporadas como parte de los Curriculum Vitae (CV) de las y los candidatos a puestos de trabajo.
Gradualmente emerge un entendimiento claro de las diferencias entre un programa de software y una herramienta de IA. Las preguntas sobre el funcionamiento intrincado de esta tecnología se han vuelto comunes, revelando no sólo el qué, sino también el cómo detrás de la capacidad única de la herramienta para aprender y generar respuestas originales.
La noción de prompt (las instrucciones que los humanos dan a la IA) ha pasado de ser un término técnico a una herramienta conceptual en el léxico cotidiano. Este proceso temprano de exploración acerca de la IA ha llevado a descubrir diversos usos prácticos, sutilezas de las limitaciones inherentes a esta tecnología, así como los beneficios y los riesgos que acompañan su despliegue en la vida de individuos, sociedades y organizaciones.
Es preciso alertar sobre la existencia de una disparidad: mientras algunos han abrazado directamente esta innovación, millones de personas aún contemplan la IA desde la periferia, construyendo su comprensión a través de narrativas de terceros. Esta distancia entre la realidad de la IA y su percepción es la cuna de una desinformación abundante.
La sombra del robocalipsis (término acuñado por Elon Musk) se proyecta sobre la imaginación colectiva, encendiendo el temor a una catástrofe impulsada por la IA. La historia ha enseñado que los augurios apocalípticos han sido una constante en la evolución durante milenios. A pesar de los riesgos innegables, es vital reconocer la tendencia histórica de abordar y resolver los diversos desafíos tecnológicos con recursos y voluntades cada vez más sofisticadas.
La IA no es ajena a este patrón evolutivo y, aunque los peligros son reales, la capacidad humana para gestionarlos y superarlos es un reflejo de la determinación constante de la sociedad para forjar un camino hacia un futuro tecnológico más seguro y ético.
Un primer y novedoso set de habilidades desafiantes corresponde a las destrezas de la relación entre la inteligencia humana y la artificial. Es cierto que diversas organizaciones se han apresurado a crear capacitaciones sobre estas habilidades, esto con programas construidos sobre supuestos falsos que ni siquiera parten de comprender qué es y cómo funciona la IA.
Sabemos que esto tenderá a corregirse en el futuro y el mercado comenzará a decantarse por los recursos de aprendizaje mejor calificados y exactos. Por ahora, se aporta una lista de quince destrezas que los humanos podrán fortalecer para incrementar sus capacidades y obtener mayores beneficios, agilidad, exactitud y menores riesgos en el uso de la IA.
| Habilidades para la relación inteligencia humana - IA | |
| Habilidad | Definición |
| Generación de prompts contextualizados y específicos | Formular indicaciones claras, relevantes y adaptadas al contexto para obtener respuestas específicas de la IA. |
| Preguntas de seguimiento | Formular preguntas adicionales que surgen de respuestas previas, permitiendo una conversación profunda y detallada. |
| Direccionamiento y profundización de las interacciones con la IA generativa | Guiar y profundizar la conversación con la IA, dirigiéndola hacia temas específicos de interés. |
| Direccionamiento y profundización de las interacciones con la IA generativa | Guiar y profundizar la conversación con la IA, dirigiéndola hacia temas específicos de interés. |
| Creatividad en las preguntas | Formular preguntas de manera creativa y original para estimular respuestas únicas y novedosas de la IA. |
| Adaptabilidad y reenfoque ante respuestas inesperadas | Ajustar y cambiar la dirección de la conversación de manera efectiva como reacción a respuestas inesperadas. |
| Cuestionamiento reflexivo a la IA | Reflexionar críticamente sobre las respuestas de la IA, evaluando su coherencia, lógica y relevancia. |
| Vigilancia crítica ante las respuestas de la AI | Examinar de manera crítica y cautelosa las respuestas generadas por la IA, identificando posibles sesgos. |
| Conversaciones iterativas | Mantener y desarrollar conversaciones a lo largo del tiempo, construyendo sobre respuestas anteriores y fomentando la continuidad temática. |
| Aseguramiento ético de los prompts y el uso de las respuestas de la IA | Garantizar que las instrucciones dadas a la IA y el uso de sus respuestas se apeguen a los principios y valores. |
| Gestión de los riesgos cognitivos | Identificar posibles riesgos cognitivos asociados con la interacción con la IA, tales como la sobreconfianza en sus respuestas. |
| Habilidad de filtrado y priorización de resultados | Capacidad de filtrar y priorizar la información proporcionada por la IA para centrarse en los elementos relevantes y valiosos. |
| Diversificación e integración de fuentes cognitivas de IA y otras | Incorporar y combinar perspectivas de múltiples fuentes, tanto de IA como de fuentes humanas para enriquecer la conversación. |
| Extracción de insights significativos | Identificar patrones, tendencias o información relevante en las respuestas de la IA que puedan llevar a nuevos conocimientos o ideas. |
| Validación y verificación | Comprobar la veracidad y confiabilidad de la información proporcionada por la IA para garantizar su precisión antes de su aplicación. |
| Seguridad de la información y protección de la privacidad | Evitar la fuga de datos sensibles o información que atenta contra la privacidad, así como identificar y omitir prácticas que representan riesgos tecnológicos. |
Estas habilidades se agregarán al portafolio de competencias digitales que serán requeridas a las personas que aspiran a un crecimiento laboral y profesional. Las personas que más temprano consigan acreditar su dominio conseguirán los mejores beneficios de la escasa oferta inicial de habilidades (comparada con la alta demanda de las mismas).
Otro desafío que se enfrenta en la era de la IA, en término de habilidades, radica en trazar límites nítidos y poderosos en torno a lo que es intrínseca y profundamente humano, diferenciándolo de las capacidades que la IA puede realizar de manera solvente. Un equívoco sería el intento de competir con las habilidades de esta nueva tecnología, renunciando al desarrollo de las características inherentemente humanas.
En la siguiente tabla se enlistan algunas de las destrezas humanas y que son difícilmente reemplazables por la IA:
| Destrezas difícilmente reemplazables por la IA | |
| Destreza | Definición |
| Adaptación, flexibilidad, resiliencia y cambio | Ajustarse y prosperar en entornos cambiantes y desafiantes; incluye la resiliencia para recuperarse de adversidades y la disposición para apoyar el cambio positivo. |
| Pensamiento crítico | Analizar, evaluar y sintetizar información de manera reflexiva para tomar decisiones informadas. |
| Colaboración humano-humano | Trabajar efectivamente con otros, aprovechando la diversidad de habilidades y perspectivas. |
| Ética y responsabilidad | Tomar decisiones basadas en principios éticos y asumir la responsabilidad de las consecuencias de las acciones. |
| Destrezas creativas e innovación | Pensar de manera original y generar ideas innovadoras. |
| Comunicación culturalmente contextualizada | Comunicarse de manera efectiva, considerando las diferencias culturales y contextos específicos. |
| Desaprendizaje, aprendizaje y reaprendizaje continuos | Desprenderse de compromisos con conocimientos inútiles y adaptarse a nuevas situaciones y conocimientos. |
| Gestión emocional y capacidades de influencia | Comprender y gestionar las propias emociones, así como influir positivamente en los demás. |
Expertos como Reid Hoffman (cofundador de LinkedIn) están seguros de que la tasa de adopción de la IA será aún más veloz que la que tuvo la singularidad tecnológica precedente: el iPhone (2007). Esto presenta un enorme desafío: el cambio tecnológico se acelera mediante una curva exponencial, mientras que las capacidades neuronales y las restricciones culturales propias de la especie humana sólo se aceleran de forma marginal, dibujando una línea recta con apenas algunas pocas ventajas cuantitativas.
¿Cómo se conseguirá una formación global, masiva, acelerada y con la calidad suficiente para evitar que el analfabetismo digital sea un factor de desigualdad en el mundo laboral y de negocios? La respuesta aún está en el aire, pero lo que sí es claro es que quienes tengan la disposición al cambio, la audacia, así como las capacidades de autoaprendizaje, serán los que cosechen los mejores beneficios en esta época de ruptura de paradigmas acerca de lo que significa tener sólidas capacidades humanas y lo que representa trabajar en colaboración con la IA; aspectos que de ninguna manera se deben contraponer, sino complementar.
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Cristina Zoé Gómez Benavides
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