Sector externo: sostén de la economía nacional

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Dr. Salvador Rivas Aceves Secretario de investigación en la Universidad Panamericana

n los últimos cuatro años, la economía mexicana ha experimentado varios problemas, empezando con la desaceleración económica a principios de 2018, pasando por el estancamiento en 2019, hasta llegar a la caída en el crecimiento económico durante 2020. Para 2021, se experimentó un muy corto rebote en el crecimiento, sin embargo, la inflación apareció.

El escenario de la economía mexicana durante este lapso se ha caracterizado por: poca inversión extranjera directa, salida de capitales, contracción en el mercado interno, bajo nivel de empleo, ingresos decrecientes, inversión privada estancada y sin inversión pública que genere derrama económica.

A pesar de lo anterior, el sector externo ha logrado mantener una dinámica diferente. Las exportaciones totales durante este periodo se han mantenido en constante crecimiento, salvo en 2020 (en el que se tuvo una ligera caída debido a la pandemia). En 2018 se registró un crecimiento del 10%; en 2019, del 2.1%; en 2020, cayó 9.4%; mientras que para 2021, creció 18.6%, según datos de la Secretaría de Economía.

Del total de exportaciones, las no petroleras representan el 94% en promedio durante el mismo periodo, a su vez, estas se dividen en:

• Sector manufacturero 93.6%
• Sector agropecuario 4%
• Sector minero 2%

Por su parte, las importaciones totales crecieron 10.4% en 2018, pero cayeron 1.9% en 2019 y 15.8% en 2020, para después recuperarse durante 2021 con un aumento del 32%, según datos de la misma fuente.

Del total de importaciones, en promedio 89.3% corresponden a no petroleras durante el periodo de análisis; al interior de éstas, los bienes intermedios representan el 89.2% y el resto está divido entre bienes de consumo y bienes de capital.

Si analizamos por rama la actividad económica en términos de exportaciones, la siderurgia creció 49.6% a tasa anual respecto de junio en el presente año; papel, imprenta e industria editorial creció 31.2%; plásticos 25.7% y textiles 22 por ciento.

Respecto de las importaciones, las ramas más dinámicas fueron: la química con un aumento del 33.6%; papel, imprenta e industria editorial con 30.7%; textiles 27.1% y madera con 23.2%, también a tasa anual con respecto de junio de 2021.

Al considerar la contracción del mercado interno ocasionada por el bajo nivel de empleo (por ende, de ingreso), la poca inversión privada nacional y extranjera (que ocasionó una disminución de la oferta), y con ello la inflación actual, es claro que el único lugar en el que las empresas están encontrando salida es en otros mercados a nivel internacional; estos últimos, por cierto, con ritmos de crecimiento mucho mayores al mexicano.

De tal forma que, es el sector externo el que arrastra al resto de la economía que actualmente está entrando en una etapa de estanflación. El mercado interno, el gobierno y el sistema financiero en México siguen sin convertirse en un motor del crecimiento.

Las ramas de la actividad económica que involucran a la educación, salud, telecomunicaciones, infraestructura, entre otras, no están registrando ritmos apropiados para generar crecimiento económico. Lo anterior debido al ambiente de incertidumbre y a la nula participación del gobierno.

La fortaleza de nuestro sector exportador se da gracias a los acuerdos comerciales que México tiene con otras economías, principalmente con Estados Unidos y Canadá, aunque la administración actual no lo vea así.