etomar el tema sobre las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC) es hablar del impacto que ha generado en la evolución humana; este periodo de transición aplica a muchas áreas técnicas, procesos y dispositivos que los seres humanos han desarrollado.
En este contexto de cambios constantes surgen nuevas tendencias (específicamente tecnológicas). Un caso concreto es la denominada contabilidad 4.0, modelo asociado al uso estratégico de nuevas tecnologías para mejorar la eficiencia y precisión en el registro, análisis y presentación de la información financiera.
En particular, dentro de la profesión contable los retos han implicado un cambio de paradigma, ya que, se ha percibido al contador público como el profesionista encargado de generar contabilidad (quien registra las transacciones de una persona u organización para elaborar estados financieros). María José Ramírez señala que: "Por ello, es importante cambiar esta perspectiva, ya que, la profesión va mucho más allá de eso; ahora el contador, además de saber implementar nuevas tecnologías, debe tener una visión mucho más estratégica para asegurar el crecimiento sano y sostenible de la empresa".
La directora resalta que, aunque la contabilidad se puede digitalizar otorgando procesos más eficientes, hay que ir paso a paso, pues nada garantiza que la información arrojada mediante procesos tecnológicos sea 100% confiable. "Aunque se pueda automatizar cualquier sistema, siempre se requerirá de expertos técnicos que se actualicen constantemente para implementar, en los sistemas automatizados, los cambios que se van presentando tanto en la normatividad fiscal como contable".
Desde la perspectiva del mundo empresarial, la transformación digital ha abierto un nuevo campo para establecer cambios en los modelos de operación de las empresas y, por lo tanto, en la forma de hacer contabilidad, por tal razón, se han presentado diversos desafíos en esta etapa. "La contaduría es una profesión que requiere muchos años de capacitación y práctica, hay que mantenerse abierto a las transformaciones tecnológicas y entenderla desde el fondo para preparar información útil y confiable", detalla la contadora.
Para María José, uno de los retos es tener el dominio de conjugar las bondades de la Inteligencia Artificial (IA) con los conocimientos teóricos; menciona que: “El contador necesita entender cómo se traduce la operación diaria de la organización en números; usar diferentes software está bien, lo importante es comprender e identificar cuáles fueron las operaciones que llevaron al resultado”. Añade que conocer el origen es el valor agregado que tiene el contador para ser un estratega, así como un asesor de negocios.
A raíz del impacto y avance tecnológico que ha afectado competencias y habilidades de la profesión (las cuales se deben ir adaptando en el transcurso del tiempo), el contador debe evolucionar a la par, por lo que, la preparación que necesita es de una variedad muy amplia de conocimientos adquiridos en su formación. Para la directora en la Universidad Panamericana (UP) son tres los principales elementos que todo contador público debe poseer y dominar:
Como primer punto clave, el perfil actual del contador debe tener la capacidad de observación para desarrollar un pensamiento analítico, estructurado y creativo; y, de esta forma, encontrar e implementar soluciones; por tal motivo, implica dominar conocimientos que, a su vez, permiten la toma de decisiones acertadas y eficientes en términos económicos, y esto es porque el contador tiene una visión holística y puede tomar decisiones considerando el impacto económico, fiscal y financiero.
Agrega que, en este desarrollo analítico, el profesional debe ser una persona que no sólo pueda realizar los registros contables en plataformas digitales, sino alguien con la capacidad de desarrollarse en muchos aspectos del ámbito de los negocios, además de tener una base sólida de conocimientos.
Como segundo punto importante en el perfil del contador es que debe ser una persona humanista. Es sabido que la tarea de formar profesionales competentes con capacidad de juicio moral (y con sensibilidad social) implica formular y desarrollar una metodología sobre temas de disciplina y del saber humanista.
Por lo tanto, no es posible excluir este tema de la educación superior; señala la directora que “los contadores deben ser capaces de tomar decisiones poniendo en el centro a la persona; hoy en día, juegan un rol muy importante como asesores y tomadores de decisiones; no sirve de nada tener a profesionistas altamente capacitados y técnicos si no tienen una visión humanista que contribuya al desarrollo social de su entorno, se necesitan profesionistas capaces de tomar decisiones que incrementen la rentabilidad de las empresas, pero que esto no sea en perjuicio de la sociedad, sino que se pueda encontrar un equilibrio perfecto entre rentabilidad y responsabilidad social con todo lo que esto implica”.
Por otro lado, María José Ramírez destaca el pensamiento alrededor de la formación de contadores con el convencimiento de que las humanidades tienen el potencial para fortalecer el sentido y la perspectiva social; refiere que: "Siendo así que las empresas juegan un rol determinante en el desarrollo sostenible, ya que, el contador juega un papel primordial en la revelación de información financiera, reflejo del impacto ambiental y social que tienen las empresas".
Como tercer punto, considera que el contador de hoy es un profesional integral, capaz de ser un especialista en temas financieros, de auditoría, fiscales, de seguridad social, PLD, entre otros; y es precisamente este nivel de comprensión el que lo habilita para el análisis que demandan los diferentes contextos y requerimientos en las organizaciones.
La automatización de procesos, el big data, la IA y otros avances tecnológicos plantean nuevos desafíos y oportunidades para los contadores en formación. Aquellos profesionales que incorporen estas herramientas en su quehacer profesional estarán mejor preparados.
No obstante, este avance puede representarse como un arma de doble filo: “En la universidad estamos recibiendo alumnos que están acostumbrados a tener todo de manera rápida y sencilla, realizan una búsqueda en Internet o hacen una consulta en Chat GPT y encuentran todo, no tienen que pensar o ser creativos”, refiere la también contadora.
De acuerdo con la especialista, es indudable que los estudiantes se desenvuelven con soltura en redes sociales, buscadores, plataformas de streaming y videojuegos; el cuestionamiento es: ¿así como tienen conocimiento para estas herramientas, lo tienen para el uso de software altamente especializados?, menciona que por eso se tiene esta arma de doble filo en la que los estudiantes vienen con ese chip en el que creen que saben emplear la tecnología, sin embargo, cuando se les pone a usar herramientas como Excel, se cae en cuenta acerca de su desconocimiento.
La contadora apunta que el área contable y financiera es uno de los sectores más amplios y en el que constantemente existen actualizaciones. Los nuevos modelos de negocios y la integración tecnológica demandan una nueva generación de contadores que cuenten con un perfil estratégico e innovador.
“Gracias al contacto que mantengo con los jóvenes, puedo asegurar que tienen esa mentalidad en la que buscan generar cambios importantes en el mundo, tienen aspiraciones grandes; entonces, lo anterior me hace pensar que el futuro de la contaduría cobrará mayor relevancia”, detalla la directora en la UP.
Añade que como asesores del negocio, no se van a limitar a desarrollar estrategias con base en la rentabilidad o en la salud financiera de alguna organización, sino que deben fomentar una visión mucho más completa para implementar acciones con un mayor impacto (utilizando herramientas tecnológicas que faciliten la toma de decisiones comprometidas con el medio ambiente y con el desarrollo social).
Por otra parte, las bases de datos han constituido una herramienta importante para desarrollar software de gestión; bajo esta consideración, el contador (en su tarea cotidiana) se enfrenta a diferentes bases de datos, sin embargo, por su formación académica (o el acelerado crecimiento de tecnologías) no todos desarrollan el conocimiento necesario para manipularlas. Lo anterior ha ocasionado que, por más que un sistema o programa esté bien diseñado y opere de manera potente, tiene que haber alguien que entienda la parte técnica de programación.
De ahí que un sistema gestor de bases de información consista en un universo de datos interrelacionados (que contiene información relevante para la compañía). Su propósito principal se centra en proporcionar una forma de almacenar y recuperar información en la base de datos (que sea tanto práctica como eficiente).
Además, deben garantizar la fiabilidad de la información almacenada, ya que, en el presente forman parte esencial para la toma de desiciones de las empresas (utilizando plantillas de Excel hasta sistemas más complejos por su alta especialización). Por tal motivo, analizar, interpretar y explicar de manera clara y oportuna la información financiera arrojada por estos sistemas es un desafío para los contadores ante la presentación con inversionistas, proveedores, clientes y toda aquella parte involucrada en el ecosistema financiero.
La directora de carrera comenta que es necesario que los estudiantes reciban una formación ética que les permita comprender mejor las implicaciones sociales de las tecnologías y, de esta forma, se va a lograr una sociedad que pueda aprovechar las ventajas tecnológicas (minimizando los riesgos).
Como bien se ha puntualizado, el entorno ha tenido cambios y progresos irreversibles; en consecuencia, estas transformaciones han originado deterioros ambientales e incremento de negocios y compañías no compatibles con el ambiente sustentable. Sin embargo, en los últimos años se ha producido un cambio significativo: las empresas han comenzado a asumir su responsabilidad social.
Dicha actitud obedece a múltiples causas (que van desde la toma de conciencia hasta el desarrollo de nuevos paradigmas económicos); no obstante, para la contadora María José Ramírez, la sociedad se encuentra en la etapa más complicada, pues implementar algunas medidas representa altos costos y eso no resulta rentable para ciertas organizaciones.
En virtud de lo anterior, la contaduría representa un papel importante en el desarrollo sustentable. Asumir la responsabilidad en cualquier rol profesional (o como individuo) fortalecerá la gestión empresarial; a pesar de ello, las empresas deben considerar la capacitación constante a los grupos que la conforman, desde los colaboradores hasta los proveedores e inversionistas.
Las grandes empresas tienen los medios para facilitar una cultura sustentable en su ecosistema. No se trata solamente de una exigencia, sino también de capacitar a todas las partes involucradas; al respecto refiere: "Si se nos acaba el planeta, ninguna empresa será rentable. En realidad, es una inversión, es educar al entorno y, desde luego, actuar en las universidades; el cambio está en la educación".
Hablar de la educación universitaria es hablar de desafíos, debates, conocimientos, transformaciones sociales y pensamiento crítico; es un reflejo fiel de una sociedad en su conjunto. Por ello, las competencias profesionales se apoyan en gran medida del ámbito académico, por lo que, la especialista resalta que la universidad es el lugar idóneo, pues es como el sitio seguro donde uno se puede equivocar, practicar y, a la vez, aprender.
María José refiere: “La universidad ya no debe ser un lugar en donde sólo se imparten clases en el aula y se apliquen exámenes, sino que el lugar en donde los alumnos tengan experiencias y proyectos que les permitan desarrollar sus habilidades y poner los conocimientos adquiridos en práctica”.
Agrega que en la UP se tiene un programa de aulas compartidas con universidades de otros países, brindando una mayor perspectiva a los alumnos.
De igual forma, la contadora considera fundamental fomentar que los universitarios tengan certificaciones, así como una relación cercana con las empresas para tener perspectiva de lo que necesita el mercado laboral.
Finalmente, María José Ramírez explica que la combinación entre lo académico y lo humanístico es el pilar de la universidad en la que colabora, ya que, (con esta virtud) el estudiante aprende a cuestionar cuál es el impacto que tiene cada una de las decisiones que se toman en una empresa. “La parte académica más la parte humanista y ética contribuyen para el mejor desarrollo del país. No sólo tener estudiantes técnicos, sino cómo aplicar esos conocimientos teniendo la visión humanista”, concluye.
Los datos en tiempo real, así como la analítica vista como un servicio, representan el futuro en el panorama actual de transformación digital.
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