Socio
en Assurisk, S.C.
“Dado el crecimiento de ciberataques y brechas de seguridad, los auditores internos deben evaluar y mejorar, de manera continua, las defensas cibernéticas de las organizaciones; para ello, deben tener una formación continua, colaborar con expertos en Tecnologías de la Información (TI) y dominar el uso de herramientas avanzadas para el análisis de datos”, explica el contador.
Por otra parte, considera que la digitalización de procesos, así como el uso de tecnologías emergentes como la Inteligencia Artificial (IA) y el blockchain, presentan nuevos riesgos y oportunidades que los auditores deben entender y evaluar, aunado a las regulaciones que se mantienen en constante cambio. Esto obliga a que los auditores internos se mantengan actualizados y aseguren el cumplimiento en todas las áreas de la entidad.
La auditoría interna agrega valor a las organizaciones, pues ha contribuido a que se asegure y vigile el cumplimiento de los controles internos. En este contexto, el especialista refiere que la auditoría interna desempeña un papel crucial en la promoción del gobierno corporativo y la ética empresarial en Grupo México: “Algunas de las formas en que se contribuye en la promoción del gobierno corporativo es en la evaluación y mejora de los controles internos”.
Agrega que en Grupo México, cuarta organización más grande del país, se verifica el cumplimiento de las leyes, regulaciones y políticas internas para evitar sanciones y mantener una reputación de integridad. “Con la auditoría evaluamos los riesgos a los que se enfrenta la entidad y validamos controles; en su caso, recomendamos estrategias de mitigación para mejorar la capacidad de la organización con el fin de gestionar riesgos y tomar decisiones informadas, promoviendo una gestión responsable y proactiva”, comenta.
De igual forma, el director considera que la auditoría asegura que los empleados y directivos cumplan con el código de ética interno y, con ello, se fomente un comportamiento responsable en toda la organización: “Esto se da mediante la supervisión de canales seguros para que los empleados puedan reportar conductas no éticas sin temor a represalias, asimismo, para facilitar la detección temprana de problemas éticos y promover un ambiente de confianza y seguridad”.
Frente a este contexto de tecnologías emergentes, mayores expectativas en torno a criterios ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) y con la cultura empresarial como factor relevante, el futuro de la auditoría interna estará marcado por una mayor adopción tecnológica, lo cual mejorará la eficiencia, precisión y alcance de las revisiones.
Raúl Vaca comenta que al interior de Grupo México se han implementado herramientas tecnológicas para asegurar los resultados en el presente y garantizar la permanencia como actividad útil en la organización. Explica que esto se lleva a cabo mediante la implementación de tableros de auditoría desarrollados en Power BI, la automatización de procesos robóticos (RPA, por sus siglas en inglés), así como la IA, con el fin de analizar grandes volúmenes de datos.
El futuro de la auditoría interna estará marcado por una mayor integración de tecnología avanzada, un enfoque proactivo en la gestión de riesgos y una continua adaptación a las cambiantes expectativas y regulaciones. “Esto permitirá, a los auditores internos, desempeñar un rol crucial en la protección y mejora de los procesos”, sostiene Vaca Castro.
México, como muchos otros países, enfrenta una serie de riesgos que pueden perjudicar tanto su economía como a las empresas que operan en el territorio. Para Grupo Mexico los principales riesgos se encuentran alineados con lo financiero que, por sus efectos de fluctuaciones económicas, inflación, tasas de interés y cambios en las políticas, pueden afectar la estabilidad financiera.
“La auditoría realiza un monitoreo continuo de indicadores económicos, así como un análisis de impacto, a partir de la evaluación de la resiliencia financiera y planes de contingencia, esto con la revisión de la efectividad de las estrategias de gestión”, aclara el contador.
Al respecto, el directivo explica los principales riesgos, tales como las políticas y regulaciones, la inseguridad y el crimen, el incumplimiento, la ciberseguridad, así como las contingencias ambientales. Por otro lado, también aborda las estrategias para mitigar dichos riesgos; por ejemplo, el seguimiento a los cambios regulatorios y la evaluación del impacto en la organización, la implementación de controles de seguridad física y cibernética, la sostenibilidad y políticas medioambientales, entre otras.
El directivo refiere que la implementación de la auditoría interna se fortalece con el uso de tecnologías avanzadas, metodologías proactivas y una estrecha colaboración con otros departamentos.
De acuerdo con Raúl Vaca, la interacción de la función de auditoría interna con los accionistas y terceros interesados (stakeholders) es fundamental para garantizar la transparencia, confianza y eficacia en la gestión de una organización: “Una forma clave en que esta interacción se lleva a cabo es mediante informes detallados sobre los hallazgos, los cuales son presentados a la junta directiva y, por extensión, a sus accionistas”.
En virtud de lo anterior, la auditoría interna trabaja en estrecha colaboración con los comités de auditoría de la junta directiva, los cuales actúan como enlace con los accionistas y otros stakeholders. “Actualmente, también se interactúa con los accionistas y terceros interesados mediante la utilización de tableros de información para el análisis de datos”, comenta.
Los auditores deben ser capaces, en primera instancia, de conocer y entender esos nuevos escenarios, donde el uso de las tecnologías emergentes es la clave para la consecución de objetivos; tal es el caso de la IA, la cual puede transformar los procesos de auditoría, mejorando su eficiencia, precisión y alcance.
Vaca asegura que la aplicación de herramientas tecnológicas en la auditoría se presenta en el análisis de grandes volúmenes de datos, identificando patrones y anomalías que podrían indicar riesgos.
Adiciona que la IA se utiliza en la realización de tareas a través de RPA, automatizando procesos repetitivos y manuales (como la recopilación y verificación de datos), liberando tiempo para que los auditores se enfoquen en análisis más complejos. Asimismo, apoya al análisis de documentos para extraer información relevante y detectar inconsistencias.
No obstante, el especialista advierte que la implementación efectiva de la IA requiere una combinación de capacitación, integración de herramientas, colaboración interdepartamental y evaluación continua.
El contador Raúl Vaca asegura que “la implementación de tableros de datos (dashboard) en las empresas puede transformar la forma en que se maneja y analiza la información, permitiendo una toma de decisiones más rápida y fundamentada”.
Para el directivo, implementar este mecanismo deriva en tres principales beneficios para las entidades: una visión clara y en tiempo real de los datos clave, lo que permite a la dirección tomar decisiones basadas en información actualizada y precisa; entendimiento y análisis del rendimiento, algo que aumenta la transparencia y la rendición de cuentas dentro de las distintas áreas de la organización; así como la identificación de ineficiencias y áreas de mejora, lo cual ayuda a optimizar procesos y recursos, al mismo tiempo que aumenta la eficiencia operativa y reduce costos.
“Al seguir un proceso estructurado de implementación, así como aprovechar las capacidades tecnológicas disponibles, los tableros tienen la magia de convertir grandes volúmenes de datos en información útil”, explica.
Para asegurar la eficacia operativa, la confiabilidad de la información financiera y el cumplimiento de leyes y regulaciones, resulta necesario establecer una metodología de control interno. De acuerdo con el contador, las entidades pueden elegir varias metodologías, tales como COSO, COBIT, ISO 31000, entre otras.
Asimismo, enfatiza la importancia de que los criterios para establecer una metodología consideren los objetivos de la organización, ya sean estratégicos, operativos, de cumplimiento o de reporte. Para ello, según Vaca Castro, es indispensable conocer la industria y naturaleza del negocio, así como evaluar las particularidades y el tipo de operaciones que realiza la entidad.
Lo anterior se debe tomar en cuenta para asegurar que la metodología seleccionada aborde los riesgos y requisitos específicos. “Un criterio importante es considerar el tamaño, la estructura y la complejidad operativa de la organización”, sugiere el directivo. Sin embargo, aclara que es posible la implementación de uno o más marcos de control interno después de evaluar los criterios señalados.
Fomentar que más empresas presenten el reporte de sostenibilidad implica concientizar sobre los beneficios, así como proporcionar las herramientas necesarias para su implementación. El directivo de Grupo México señala que se deben realizar campañas de educación y concientización sobre la importancia de la sostenibilidad y los beneficios de la presentación de estos reportes en las organizaciones.
Los reportes de sostenibilidad aumentan la credibilidad asociada al compromiso de las empresas en este aspecto; mejoran la percepción pública de la organización como una entidad responsable y comprometida con el medio ambiente y la sociedad; asimismo, incrementan la lealtad de los clientes, atraen a inversores y mejoran la relación con los stakeholders.
Raúl Vaca considera que, hoy en día, el rol del contador público como auditor interno requiere una preparación sólida que no sólo abarque competencias técnicas contables, financieras y de metodología de la auditoría; sino que también demande habilidades analíticas, conocimiento sobre las herramientas tecnológicas y un enfoque robusto en la gestión de riesgos y cumplimiento.
En sus palabras sobre las capacidades del auditor, señala: “La preparación requiere una combinación de competencias técnicas, habilidades analíticas, conocimientos en tecnología, así como mantenerse actualizado y adaptarse a las demandas cambiantes del entorno empresarial y regulatorio”.
No obstante, es importante considerar el comportamiento ético de las personas que se dediquen a esta actividad; es fundamental tomar en cuenta que, más allá de la preparación técnica y tecnológica, las funciones se deben desempeñar de forma ética. En este sentido, comparte que, en ocasiones, los auditores internos pueden enfrentar desafíos para mantener la independencia percibida; esto se debe a su relación directa con la administración de la empresa.
Al respecto, comenta: “En mi caso, un reto al que me enfrenté fue crear la dirección de auditoría interna para una organización que cotiza en The New York Stock Exchange (NYSE) sujeta a la Ley Sox (Sarbanes-Oxley) y demás reglamentaciones SEC”. Menciona que, en la actualidad, no existen personas con el perfil adecuado para llevar a cabo la metodología de auditoría interna basada en riesgos con la necesidad de un reporte trimestral de resultados de las evaluaciones al comité de Auditoría; asimismo, cabe considerar que se trata de una empresa con actividad minera-metalúrgica (giro poco común en Mexico) y se debe contar con herramientas tecnológicas para extraer y presentar datos base de auditoría.
Explica que lo anterior se logró superar a través de tres factores determinantes: personal con valores éticos y actitud de trabajo en equipo, capacitación en metodologías de auditoría basada en riesgos, así como la creación e implementación de herramientas tecnológicas.
“Cada uno de estos retos puede enfrentarse con una combinación de habilidades técnicas, adaptabilidad, comunicación efectiva y un enfoque para mantener altos estándares éticos y de independencia”, refiere el experto.
El también profesor activo en la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM comenta que estudiar la carrera de Contaduría Pública es embarcarse en un camino lleno de oportunidades y desafíos apasionantes: “Como futuros contadores, están en la posición única de ser guardianes de la integridad financiera y ética en el mundo empresarial. La contabilidad es un campo dinámico que evoluciona constantemente”.
De igual forma, afirma que la integridad y la ética profesional, así como la confianza y la credibilidad, son fundamentales en la profesión, sumado a las habilidades interpersonales. “Este mensaje destaca la importancia de habilidades técnicas, ética, adaptabilidad y desarrollo profesional continuo, elementos esenciales para el éxito en la carrera del contador público”, concluye.
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