Ética y sostenibilidad
07 de octubre de 2025
En el corazón de la transformación social de México se encuentran las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC) y, en particular, las donatarias autorizadas; su labor es indispensable, pues llegan a donde el mercado y el Estado (a menudo) no han podido. Sin embargo, en un mundo que enfrenta crisis climáticas, sociales y de confianza, su supervivencia ya no depende sólo de la pasión por su causa, sino de un pilar que antes parecía innecesario para una OSC: la sostenibilidad.
Actualmente, esta práctica ha dejado de ser un concepto lejano o un lujo para convertirse en un imperativo estratégico que define la gestión interna y la coherencia entre la misión de una organización y su operación diaria. La sostenibilidad, en un sentido más completo, no se refiere sólo a los proyectos de reforestación o reciclaje que una OSC pueda ejecutar; se trata de una filosofía de gestión interna que abarca tres pilares fundamentales: ambiental, social y de gobernanza (ASG).
En el presente artículo se analizarán los retos y, sobre todo, las oportunidades que esta visión integral ofrece al sector.
Abrazar la sostenibilidad interna no es una opción para las donatarias, sino una oportunidad de diferenciación y evolución natural hacia un mayor impacto.
Retos: derribar mitos y barreras
Es innegable que las donatarias autorizadas enfrentan obstáculos significativos para integrar la sostenibilidad en su ADN. Reconocerlos es el primer paso para superarlos.
- Recursos limitados: con presupuestos ajustados y equipos dedicados a la misión principal, la idea de invertir en paneles solares, un sistema de gestión de residuos, o bien, en consultoría de gobernanza, parece una distracción costosa. La percepción es que cada peso gastado en operaciones internas es un peso que no llega a las personas beneficiarias.
- Enfoque en la urgencia: la naturaleza del trabajo de muchas OSC es atender situaciones inmediatas; esta cultura de la urgencia dificulta la planificación a largo plazo y la inversión en mejoras operativas que, aunque beneficiosas, no muestran un resultado tangible e inmediato.
- Brechas en el conocimiento técnico: diversas organizaciones carecen del conocimiento especializado para realizar un diagnóstico energético, implementar políticas de diversidad e inclusión, o fortalecer sus consejos directivos con criterios de sostenibilidad. Además, la contratación de servicios especializados suele ser poco accesible para muchas organizaciones.
- Presión de los donantes: históricamente, el financiamiento se ha centrado en el impacto directo y cuantificable del proyecto, lo cual puede desincentivar la inversión en la fortaleza y resiliencia institucional.
- Cultura organizacional: la gestión de sostenibilidad no forma parte de las organizaciones; por ejemplo, los programas de voluntariado enfocados en proyectos ASG internos suelen tener menos participantes que aquellos dedicados al servicio externo, lo cual refleja un sesgo cultural en la organización.
Obstáculos para la sostenibilidad en una donataria
Oportunidades: sostenibilidad como ventaja estratégica
Superar los retos mencionados no es una carga adicional, sino una puerta de entrada a un nuevo paradigma de fortaleza y relevancia. Las oportunidades que surgen al adoptar un enfoque de sostenibilidad son transformadoras.
- Acceso a nuevas y mejores fuentes de financiamiento: el mundo de los fondos corporativos, de la cooperación internacional e, incluso, de la filantropía está cambiando. Los grandes donantes, empresas, fundaciones y fondos de inversión social están incorporando de manera activa los criterios ASG en sus decisiones. Una OSC que puede demostrar una huella de carbono reducida, prácticas laborales justas y una gobernanza transparente y sólida no sólo es más atractiva, sino que se percibe como una entidad confiable, una inversión más segura y de menor riesgo. Presentar un reporte de sostenibilidad, junto a la solicitud de donativo, pronto dejará de ser una excepción para convertirse en la norma.
- Fortalecimiento de la reputación y la confianza: la confianza es el activo más valioso de una donataria autorizada. En una era de desinformación, ser transparente sobre el uso de recursos, el trato a los empleados, así como el impacto ambiental, genera una credibilidad inigualable. La sostenibilidad otorga la licencia social para operar y demuestra, a través de hechos, la coherencia de la organización, lo que fortalece la relación con los beneficiarios, comunidad, voluntarios y donantes por igual.
- Eficiencia operativa y ahorro de costos: lejos de ser un gasto, la sostenibilidad es una inversión inteligente. Medidas como la reducción del consumo de energía y agua, la digitalización de procesos para eliminar el uso de papel o la optimización de rutas de transporte no sólo disminuyen el impacto ambiental, sino que generan ahorros económicos directos. De igual forma que con los aspectos sociales, se pueden lograr ahorros, por ejemplo, en la disminución de la rotación del personal, recurso que puede ser reinvertido en la misión de la organización, creando un ciclo virtuoso.
- Atracción y retención del talento humano: el mejor talento, especialmente las nuevas generaciones, no sólo busca un salario, sino también un propósito y un lugar de trabajo que refleje sus valores. Una OSC con un compromiso genuino con la sostenibilidad social (salarios justos, equidad de género, bienestar del empleado, etc.) y ambiental (reciclaje, economía circular, gestión del agua, entre otros) se convierte en un imán para profesionales comprometidos y motivados, lo que reduce la rotación y aumenta la productividad.
- Mayor resiliencia y adaptabilidad: una organización sostenible es, por definición, más resiliente. La diversificación de fuentes de financiamiento (gracias a su atractivo ASG), la eficiencia en el uso de recursos y una gobernanza robusta, la preparan mejor para enfrentar crisis económicas, sociales o ambientales. Se trata de una estrategia para asegurar el futuro de la misión a largo plazo.
- Visión estratégica: una OSC con capacidad de integrar la sostenibilidad dentro de su estrategia tendrá más posibilidades de conectarse con otras entidades modernas, cuya visión también se encamine en este sentido. La capacidad de generar alianzas y proyectos conjuntos crecerá por la posibilidad de generar un valor compartido.
- Reportar la evolución de la sostenibilidad: la transparencia y la rendición de cuentas son clave para una organización de este tipo (los aspectos financieros son el centro); sin embargo, si adicionalmente una OSC es capaz de evidenciar (con datos) el aporte que hace al entorno ambiental y social, su imagen y reputación crecerán, serán vistas con otros ojos por las empresas, la cooperación internacional y socios estratégicos.
La sostenibilidad es un imperativo estratégico que define la coherencia entre la misión de una organización y su operación diaria.
Primeros pasos hacia la sostenibilidad
La transición no tiene que ser abrumadora; se puede empezar con acciones concretas y manejables que se desarrollan de manera progresiva:
- Realizar un autodiagnóstico: ¿dónde estamos hoy? Se debe medir el consumo de luz, agua y papel; analizar la política de recursos humanos y revisar la transparencia del consejo directivo.
- Priorizar: este paso es clave, ya que se trata de enfocarse en lo primordial, tomando en cuenta los recursos para lograr avances reales.
- Desarrollar un plan de trabajo: debe basarse en las prioridades establecidas. Es importante establecer objetivos e indicadores para contar con datos y evidencias que se puedan comunicar.
- Contar con una organización interna: sabiendo con quiénes se cuenta y de cuánto tiempo se dispone, es posible definir tareas entre el personal que puede ejecutar poco a poco las tareas relacionadas con los temas ASG.
- Identificar frutos maduros: empezar por lo más fácil y de mayor impacto. Se debe crear un programa de reciclaje, establecer una política de compras locales y éticas, o bien, nombrar un comité de sostenibilidad con miembros voluntarios del equipo.
- Hacer alianzas: las OSC pueden unirse con otras homólogas o, incluso, integrar voluntariados de empresas o entidades especializadas que apoyen el cierre de las brechas de conocimiento con las posibilidades de implementación de proyectos. Otra posibilidad que surge al formalizar una alianza es que se pueden compartir gastos para recibir capacitaciones o asesorías que generen valor.
- Comunicar el viaje: se deben compartir, primero a lo interno y luego a lo externo, los proyectos que se están desarrollando; hay que ser transparente sobre las metas, los logros y los desafíos; es necesario involucrar a todo el equipo en el proceso para que se apropien de las iniciativas; asimismo, se deben integrar los procesos que se realizan y los resultados de sostenibilidad en las memorias, informes o reportes.
Conclusiones
Para las donatarias autorizadas de México, abrazar la sostenibilidad interna ya no es una opción, es una oportunidad de diferenciación y de evolución natural hacia un mayor impacto. Constituye la forma de garantizar que su invaluable misión no sólo perdure, sino que prospere con más fuerza, legitimidad y relevancia en las décadas por venir.
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