Director Global de Auditoría Interna
en Grupo Bimbo
Helen Brand, director ejecutivo de la Association of Charteres Certified Accountants (ACCA), con sede en el Reino Unido, mencionó a The Economic Times (2023) que existe una necesidad importante de potenciar la profesión, pues la escasez de contadores podría convertirse en un problema para las economías en los próximos años.
Existe una necesidad de hacer atractiva a la profesión, sobre todo, en un ambiente empresarial cada vez más regulado y con mayores riesgos que afectan los negocios y las economías en general, tales como la ciberseguridad, la Inteligencia Artificial (IA), los movimientos políticos, el cambio climático, las restricciones en las cadenas de suministros, los cambios en los modelos de negocio, etc.
El Reporte Global de Talento 2023 de la ACCA establece seis amenazas que afectan el talento:
Lo anterior constituye una serie de amenazas para contratar y retener talento de contadores y auditores. Por ende, se requiere encontrar soluciones para buscar formas a fin de comprometer y encantar a profesionales jóvenes.
En un estudio de la Internal Audit Foundation, en colaboración con Deloitte (2024), se menciona que los líderes en auditoría deben asegurar el ingreso de nuevos talentos, esto en un entorno marcado por la escasez de profesionales con un interés claro en la profesión de auditor y debido a la constante evolución tecnológica. Es decir, se necesitan auditores internos que dominen la tecnología y sean resilientes e innovadores, pues la continuidad de la profesión depende de ello.
La búsqueda de estos superauditores, según el estudio citado, empieza desde las universidades, donde los jóvenes adquieren habilidades tecnológicas que ahora son fundamentales para el ejercicio de la profesión. No es suficiente sólo contratar, sino procurar que los jóvenes realicen pasantías en diversos departamentos de la compañía que les permitan experimentar todas las áreas del negocio y de la auditoría en particular.
Un ejemplo son los esquemas especializados en jóvenes talento, como el programa Entrenando Profesionales, donde se contratan recién graduados de diversas áreas de competencia, ofreciéndoles oportunidades diferenciadas con el resto de los colaboradores, así como planes de desarrollo personalizados para potenciar y acelerar su desarrollo en liderazgo y conocimiento técnico.
En este tipo de programas, las áreas de auditoría pueden aportar una estructura de formación y una escuela de aprendizaje al estar involucradas en todos los procesos de la compañía, donde los perfiles necesarios ya no están limitados a profesiones contables.
A pesar de la demanda de nuevas competencias como ciberseguridad, analítica o, incluso, perfiles orientados a las cadenas de suministro y la producción, los hábitos de contratación permanecen anclados en perfiles contables tradicionales. Esta realidad nos debe llevar a buscar y promocionar perfiles distintos o multidisciplinarios.
El impacto de la automatización en las tareas básicas de auditoría interna generará oportunidades de crecimiento profesional y desafíos que podrían desplazar a algunos profesionales, especialmente, a aquellos auditores y contadores que estarán por jubilarse en los próximos 10 años.
Son pocas las universidades que brindan formación de auditoría interna o externa y, en general, se desconocen todos los ámbitos de la profesión y no existe un panorama que incentive a los jóvenes a ser auditores. Por esa razón, no sólo es importante la contratación de auditores, también son relevantes los mecanismos de retención, así como brindar una capacitación intensa en tres áreas básicas: conocimiento técnico del negocio, metodología de la auditoría y habilidades especiales.
Una idea es crear matrices de multihabilidades por auditor, organizando el conocimiento colectivo del departamento y asegurando el cumplimiento de los planes de auditoría. Los auditores que se contraten, independientemente de la profesión que tengan, deben contar con habilidades que complementen sus conocimientos técnicos y les permitan agregar un valor significativo a la organización:
Algunos sugieren organizar reuniones anuales con todo el equipo de auditoría para cultivar estas ideas, crear programas especiales de capacitación intensiva para las nuevas contrataciones, promover las certificaciones de entes externos, crear comunidades de conocimiento, etc.
Las nuevas Normas Globales de Auditoría Interna (NGAI) establecen en la norma 10.2, Gestión de los Recursos Humanos, que el director de auditoría interna debe garantizar que los recursos humanos (refiriéndose a los auditores) sean apropiados, suficientes y eficazmente asignados para cumplir el plan de auditoría.
Una práctica recomendada es establecer matrices de habilidades por auditor con base en el Modelo de Competencias para Auditoría Interna del Institute of Internal Auditors (IIA) Global. El marco define áreas de conocimiento centradas en funciones específicas y competencias clave.
Otro modelo común es el del auditor invitado, que sucede cuando se complementa al equipo de auditoría con un experto de otra área de la compañía de forma temporal, esto con el objetivo de proporcionar un conocimiento diferenciado del negocio y aportando un valor adicional.
Se sugiere que se promuevan ecosistemas de innovación dentro de la auditoría, donde se permita el error y se fomente la iniciativa de nuevas formas de hacer las cosas. Si no se permiten estos espacios de invención, los auditores buscarán donde sí se den estas oportunidades.
Por ejemplo, los Hackathon son eventos en los que los auditores se reúnen para resolver un problema o desarrollar una solución innovadora. Se trabaja en equipos pequeños y emplean sus habilidades para crear prototipos, herramientas o productos que puedan abordar desafíos específicos dentro de la auditoría. Ejemplo de esto puede ser el uso de la IA, adopción de nuevas tecnologías y la optimización de procesos.
La auditoría moderna no será una carrera estable en el futuro, pues la necesidad de diversificar el conocimiento y la experiencia hace que los auditores estén dispuestos a la movilidad hacia otras áreas. Lo que debe hacerse es crear espacios para el desarrollo profesional, así como hacer de la profesión un semillero de líderes y profesionales conocedores del negocio.
Además, es importante destacar el papel de las universidades en la formación de jóvenes aspirantes a contadores públicos conscientes de la realidad empresarial, mismos que puedan desarrollarse en diferentes áreas y especialidades de una organización.
En la auditoría, cada proyecto es una oportunidad de aprendizaje. Los recién graduados pueden crecer en competencias tecnológicas, analíticas y de comunicación, las cuales serán más valoradas en el mercado laboral. Este aprendizaje es una ventaja clave en un entorno laboral en constante cambio.
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