IAP y gobierno corporativo: herramientas de impacto social

Constituir la entidad como IAP permite recibir asesoría por parte de la JAP, orientándola sobre su correcta gestión y administración de recursos, generando en consecuencia, soluciones que trascienden al asistencialismo. Sin embargo, para lograr todo esto, será indispensable contar con un sólido gobierno corporativo.

Así como en las sociedades mercantiles, el propósito del gobierno corporativo en una IAP es alinear los objetivos estratégicos de los fundadores con la operación diaria de la institución, creando mecanismos de transparencia y rendición de cuentas entre los tomadores de decisiones y sus colaboradores; esto al mismo tiempo que se proporciona claridad y orden en la gobernanza, así como se mitigan posibles riesgos.

El gobierno corporativo contribuye a brindar claridad en la estrategia y en la vigilancia del uso de recursos; esto aumenta la permanencia de las organizaciones en el largo plazo.

En estas instituciones el patronato es el máximo órgano de gobierno, apoyado también por comités auxiliares especializados en temas relevantes para la IAP, tales como el comité de Riesgos, de Auditoría y el de Inversión Social (por mencionar algunos de los órganos más relevantes). El patronato es el encargado de establecer el propósito de cada comité, cuyas funciones deben estar plasmadas en los planes de trabajo que permitan garantizar el cumplimiento del objeto social de cada institución.

Por otra parte, en cuanto a la forma de operar de las IAP, es fundamental que elaboren actas de las reuniones de cada órgano de gobierno y las documenten, pues en caso de ser necesario, se deben presentar a la JAP. Lo anterior podría llegar a solicitarse con el objetivo de tener un registro de la información analizada por los patronatos, así como para saber cómo se tomaron ciertos acuerdos o decisiones que pudieron afectar, de alguna forma, a la institución.

Asimismo, en línea con las mejores prácticas de gobierno corporativo, que pueden ser tanto nacionales como internacionales, la integración de los órganos de gobierno debe incluir el nombramiento de un presidente, un secretario y miembros con experiencia en temas relacionados con el objetivo del patronato o comité auxiliar correspondiente.

La diversidad de miembros contribuirá a generar nuevas ideas relacionadas con la inclusión de la tecnología en sus modelos operativos, en sus fuentes de ingresos y en las métricas para evaluar el desempeño y dar seguimiento a los proyectos de impacto social. El patronato también podrá designar el pago de emolumentos a los miembros y tener consideraciones adicionales, tales como integrar la participación de algún miembro del equipo directivo en las diferentes sesiones de los órganos mismos.

Constituir una entidad como IAP permite recibir asesoría sobre la correcta gestión de recursos, generando soluciones que trascienden al asistencialismo.

La institucionalización de las organizaciones sin fines de lucro es un camino largo por recorrer en México, sin embargo, las IAP que cuenten con un sólido gobierno corporativo podrán cumplir con su propósito de manera profesional y apoyando a quien más lo necesita. Un correcto gobierno corporativo, ya sea en las IAP o en cualquier otra organización, será aquel que logre cumplir, de manera ética, con su mandato, evaluando constantemente la efectividad de sus órganos de gobierno y el trabajo realizado en conjunto con el equipo directivo.

Conclusiones

El gobierno corporativo contribuye (en éste como en otros sectores) a brindar claridad en la estrategia y en la vigilancia del uso de los recursos, lo cual aumenta la permanencia de estas organizaciones en el largo plazo, logrando un mayor impacto social, así como un mejor desarrollo de las comunidades y del país entero.