En paralelo con su despacho, participa activamente en la creación de instituciones como el Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP), la Escuela Nacional de Comercio y Administración de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Colegio de Contadores Públicos de México y muchas más. En otras entidades, como el Banco de México (Banxico), juega un papel activo en su fortalecimiento institucional.
En su trayectoria, ha sido parte, de manera relevante, de una generación forjadora de instituciones, indispensables para la estabilidad, así como el desarrollo del convulsionado México posrevolucionario y, dicho sea de paso, imprescindibles también en el México de hoy. Asimismo, tuvo un papel activo en la representación de la naciente comunidad de negocios y de la profesión contable mexicana en el extranjero. Como consecuencia de esto, es reconocido como el primer “Contador Emérito de América”.
En 1957 se constituye el Despacho Roberto Casas Alatriste como una asociación profesional y se desarrolla a través de los años, consolidándose como la firma líder de contaduría pública y administración en México. En ese mismo año, se liga a la entonces naciente firma internacional Coopers & Lybrand. En julio de1998, Coopers & Lybrand y Price Waterhouse se fusionan y nace PricewaterhouseCoopers (PwC) para prestar servicios profesionales bajo una sola marca a nivel internacional.
¿Por qué celebrar los 100 años de la fundación de una firma que ya no existe como tal? Por muchas razones, entre otras, las cuatro más importantes son:
Cuando los seres queridos se van, recordamos y celebramos su vida cuando se cumplen años de su natalicio; más aún, cuando se trata de centenarios.
A través de todo este tiempo, miles de personas colaboramos en la firma; las vidas de muchos de nosotros fueron marcadas por las experiencias en el despacho, los vínculos que allí se crearon siguen vigentes e invitan a un abrazo fraterno en este aniversario.
Reconocer y “volver a conocer” a quienes hicieron posible todo esto (es imposible mencionarlos a todos). Decía mi padre: “La distinción es prima hermana de la discriminación”, sin embargo, me atrevo a nombrar a los fundadores, aquellos que eran colaboradores de don Roberto y que él invita como socios cuando “su despacho” se constituye como una sociedad: José Pérez Oronoz, Luis Beléndez, Manuel Resa, Rogerio Casas Alatriste, Roberto Casas y Eduardo Creel.
Menciono también a quienes fueron directores generales de la firma: el propio Roberto Casas desde el inicio hasta principios de los años 60, Rogerio Casas hasta finales de los años 80, Humberto Murrieta los siguientes ocho años y, finalmente, Hugo Lara (hasta que se concreta la fusión); no obstante, muchas más mujeres y hombres son artífices de esta historia. Si estás leyendo estas líneas, seguro tú o algún ser querido, familiar, maestro, colega o amigo trabajaron en el despacho, ¡felicidades a todos!
Queremos contar la historia. Estamos seguros de que, en este mundo de narrativas, las nuevas generaciones en general y, particularmente, las de los contadores públicos, encontrarán inspiración y estímulo en esta “muy contable” historia humana de nuestro México.
Invitamos a todos a recordar, conocer y celebrar el centenario del Despacho Roberto Casas Alatriste, leyendo los artículos escritos por algunos de quienes fueron socios de la firma y por uno de los bisnietos de Roberto. También los invitamos a asistir a los eventos que se llevarán a cabo en los próximos meses, especialmente, al de Ética, Calidad y Servicio, el 4 de septiembre en el Colegio de Contadores Públicos de México.
Muchas gracias al Colegio y a su presidente, Adolfo Ramírez, por su invaluable apoyo a esta iniciativa. Un siglo del despacho, miles de personas, millones de vivencias y anécdotas, pero una sola línea de ética, calidad y servicio profesional. ¡Felicidades y gracias a todos los que lo hicieron posible!
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