Inversión patrimonial

Evite el uno-dos en las decisiones financieras

En las inversiones como en el box, existen combinaciones que pueden cambiar para bien o para mal el resultado.

Evite el uno-dos en las decisiones financieras


N16912
C.P. Carlos Ponce Bustos Socio fundador en SNX, Constructores de Patrimonios
Inversión patrimonial 30 de diciembre de 2022
A la cima no se llega superando a los demás, sino superándote a ti mismo

Rocky Balboa

E

n el boxeo, la combinación “uno-dos" es el nombre que se le da a dos golpes básicos de manera continua: un jab (lanzado con la mano adelantada) seguido de un cruzado (lanzado con la mano de atrás).

Dentro del lenguaje del box, los entrenadores comúnmente asignan números a los golpes fundamentales y en este caso está el jab (uno) y el cruzado (dos). La combinación uno-dos es la primera que un boxeador va a aprender de su entrenador que utiliza diferentes golpes; en esta combinación, el objetivo es colocarse dentro del alcance y lanzar un golpe de poder hacia el contrincante.

El empresario que vende deja de ser dueño de las acciones y convierte la minusvalía en una pérdida: recibiendo así el primer jab.

Bajo esta situación, tanto el jab como el cruzado tienen diferentes propósitos. Naturalmente, la posición de boxeo tiene la mano adelantada al frente (más cerca del oponente), mientras que la mano dominante está atrás (más lejos); el jab está diseñado como un telémetro para acortar la distancia entre un boxeador y su oponente para después establecer un golpe de poder con el cruzado.

En el uno-dos, el cruzado es el golpe de potencia debido al torque y la rotación del cuerpo requeridos al usar esta técnica. Mientras se aplica esta combinación, el jab se lanza al dar un paso hacia adelante en el rango y es seguido por el cruzado, mientras el jab se retrae hacia atrás para proteger; posteriormente de que el cruzado impacta, se retrae para defender. Cuando esta combinación se logra con éxito, el jab del boxeador se usa para levantar la cabeza de su oponente con el fin de exponer su barbilla para el cruzado y así poder noquear.

Cuando el mercado comienza a subir y se recupera: llega el cruzado; es decir, la segunda consecuencia de dejar de ser un empresario en Bolsa por falta de conocimiento y experiencia.

Convirtiendo la minusvalía en pérdida

Para otras disciplinas, el uno-dos se refiere al acierto seguido de dos decisiones o equivocaciones que se cometen de manera seguida. Por difícil que parezca (así parece siempre en épocas de ciclos de baja del mercado), luego de una fuerte baja del mercado, la mejor oportunidad sucede en esos momentos.

En ocasiones anteriores he compartido la manera en que los mercados regresan de forma importante y superan su crisis, entre otras cosas. Dejar de ser empresario en Bolsa (de empresas extraordinarias) luego de una baja fuerte en los precios es una reacción natural (asociada con el temor), pero no es la mejor.

El participante que vende deja de ser dueño de las acciones y convierte la minusvalía en una pérdida: recibiendo así el primer jab. Cuando el mercado comienza a subir, se recupera de manera importante y finalmente supera los precios en los que inició la baja, llega el cruzado, es decir, la segunda consecuencia desafortunada de la decisión de dejar de ser un empresario en Bolsa por falta de conocimiento y experiencia: una excusa que no nos podemos permitir.



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