¿Habrá una reforma fiscal en México para 2025?

Recientemente, es visible que existe una presión muy particular para pagar las pensiones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), Pemex, Comisión Federal de Electricidad (CFE) e, incluso, las conocidas como Pensiones del Bienestar.

Llevar a cabo una reforma fiscal en México podría generar incertidumbre y desconfianza entre los inversores (tanto internos como externos).

Por lo anterior, el Gobierno federal debe pensar sobre aquellos mecanismos que mejoren la dinámica recaudatoria; si no hay mejora en este aspecto, necesariamente deberían considerarse recortes en el gasto futuro (por ejemplo, en los sectores de educación, salud, seguridad y cultura). Parecería que esto no debe considerarse factible en nuestro país, máxime todas las necesidades que tenemos en diversos sectores de la población.

Una posible reforma fiscal para el próximo año tiene que ser profunda y deberá considerar un análisis a los efectos fiscales del Impuesto al Valor Agregado (IVA) a la tasa de 0% sobre alimentos y medicinas. Será necesario, en su caso, realizar los ajustes pertinentes; por ejemplo, devoluciones en forma automática a personas físicas de menores ingresos.

Cabe destacar que, de ninguna forma, se pretende proponer cómo llevar a cabo esta reforma tributaria, sino dar un indicativo, ejemplificando una vía de acción. De cualquier forma, encontraremos argumentos a favor y en contra respecto a esta posible reforma fiscal para 2025.

Dentro de los argumentos a favor se puede señalar que es necesario el aumento a la recaudación fiscal en nuestro país; incluso existen estudios que demuestran que se tiene una de las recaudaciones más bajas de Latinoamérica. Una reforma tributaria para 2025 podría aumentar la recaudación y mejorar la capacidad del Gobierno para financiar los programas sociales, de infraestructura y de seguridad pública (tan necesarios y apremiantes en México). Cabe recordar que existen millones de compatriotas que aún se encuentran en la pobreza, aproximadamente 60 millones.

En esta década se han visto presiones de distinta índole al gasto público federal y, sin duda, hay diversas necesidades para cubrir, pero no alcanzan los recursos.

La desigualdad en México es un problema muy grave y apremiante; por muchos años no hemos avanzado en esta asignatura. Una reforma fiscal podría ayudar a reducir la desigualdad al aumentar los impuestos a los sectores más ricos y reducirlos a los más pobres. Además, dicha reforma deberá simplificar el sistema impositivo del país, pues es conocido que el sistema fiscal mexicano es complejo y difícil de entender.

No obstante, debemos considerar que existen argumentos en contra para llevar a cabo una reforma de este tipo, entre los que destaco que ésta podría tener un efecto desfavorable, desacelerando el crecimiento económico; asimismo, podría tener consecuencias adversas y demorar el crecimiento al aumentar los costos para las empresas y consumidores.

De igual forma, es conocido que una posible reforma impositiva podría incrementar la evasión fiscal, pues ésta, como hemos experimentado en distintos momentos, al ser compleja, podría tener efectos desfavorables en los avances que se han tenido en este rubro en años recientes, de acuerdo con información gubernamental.

Conclusiones

Desarrollar una reforma fiscal podría generar incertidumbre y desconfianza entre los inversores (tanto internos como externos); la decisión de realizar una reforma tributaria en México para 2025 dependerá de la evaluación de los costos y beneficios que realice el Gobierno; asimismo, deberá consultarse con todos los sectores de la sociedad antes de tomar una decisión sobre este tema tan importante.