Revolución contable: IA como agente transformador

---

---

C.P. y Mtra. Martha Silva Domínguez Profesora departamento de Contabilidad y Finanzas en ITESM CEM

María Chedy Chávez Hernández Estudiante de Contabilidad en ITESM CEM

Sin embargo, aquí aparece una alerta que muchos han señalado sobre la desaparición de puestos de trabajo y, en particular, sobre la posibilidad de prescindir de los servicios de un contador. Desde un particular punto de vista, ahora el contador puede dejar atrás tareas repetitivas para convertirse en un tomador de decisiones en las empresas, analizando, cuestionando y proponiendo soluciones a los problemas que existen en las organizaciones, pero con una base de información más amplia que le permite este tipo de tecnologías.

Importancia de la IA para los contadores

La IA no sólo automatiza procesos, tales como clasificar transacciones, conciliar cuentas (con una programación adecuada) y producir informes financieros de manera veloz y precisa; también agrega valor mediante el análisis predictivo. Por medio del uso de algoritmos avanzados puede analizar patrones históricos y prever tendencias futuras, brindando a las empresas una visión más clara para la toma de decisiones financieras estratégicas.

Esta capacidad ayuda a quienes saben interpretar estos datos, los contadores, a contar con información muy detallada y diversa, usando distintas fuentes y diferentes tipos de análisis; esto para anticipar cambios en los costos, ingresos, tiempos de proceso; para optimizar inversiones y mitigar riesgos financieros; además de cuestionar su estrategia de financiamiento, entre muchas otras tareas que implica esta responsabilidad.

En el ámbito fiscal, la gestión de impuestos se ha vuelto más compleja con regulaciones en constante cambio; la IA facilita el cumplimiento fiscal al automatizar el seguimiento de normativas y actualizaciones legales.

Los sistemas inteligentes pueden adaptarse rápidamente a cambios en las leyes fiscales, reduciendo el riesgo de errores en la presentación de impuestos y mejorando la precisión en la determinación de las obligaciones fiscales. Un ejemplo claro es el Servicio de Administración Tributaria (SAT) que anunció el uso de IA a partir de 2024 para impulsar la recaudación de impuestos. Mediante modelos de aprendizaje supervisado y la analítica de grafos se lograrán detectar redes de elusión y evasión fiscal; asimismo, se mejorará el servicio de atención a clientes (que tantas quejas recibe).

IA en la detección de fraudes y errores contables

Mediante el análisis de patrones anómalos, las herramientas de IA pueden identificar transacciones sospechosas o discrepancias en los registros contables; esto no sólo ayuda a prevenir fraudes, sino que también mejora la integridad de los datos contables. De este modo, la información con la que se cuente en las empresas será fidedigna y llevará a mejores decisiones estratégicas, basadas en los datos y en la propia historia.

Aunado a lo anterior, la reducción de fraudes contribuirá a reducir los conflictos que en muchas empresas se dan con la administración de los recursos, pues con la IA se podrán detectar en tiempo real patrones anómalos de comportamiento financiero, ofreciendo así, primero una evidencia y después la posibilidad de una respuesta inmediata.

Para la administración de los recursos financieros, la IA también ofrece soluciones de gran relevancia, algunos lo han llamado “tesorería 4.0”. La aplicación de este tipo de tecnologías a los gastos e ingresos, por ejemplo, puede ayudar a pronosticar los flujos de caja de la empresa para tomar medidas preventivas en caso de faltantes, o bien, de inversión en caso de excedentes.

Esta información permitiría reducir costos de financiamiento, pues ofrecería la posibilidad de elegir (con anticipación) las fuentes más apropiadas a las necesidades de la organización. Hoy en día, diversos bancos han impulsado este tipo de tecnologías en sus relaciones con las empresas para ayudar a resolver dichas desviaciones de la mejor manera.

Sin embargo, es importante considerar que, a pesar de los beneficios, la implementación de la IA en la contabilidad, así como en lo tributario, presenta grandes desafíos, entre ellos:

• Privacidad de los datos
• Interpretación de resultados
• Implicaciones éticas (relacionadas con la toma de decisiones autónoma)

Todos estos son aspectos que deben abordarse con precaución y cautela, pues pueden representar, en el mejor de los casos, problemas al interior de la organización; pero en situaciones más graves, podrían tener implicaciones legales. Para este último riesgo, es fundamental establecer un conjunto de marcos éticos y legales para garantizar el uso responsable de la IA.

¿Qué hacer con la IA desde la contabilidad?

Lo primero que se debe reconocer es que este tipo de herramientas llegó para quedarse por muchos años, hasta que venga otra tecnología que lo supere y logre resultados hoy inimaginables. Por lo tanto, una primera reacción necesaria desde la disciplina contable es el aprendizaje serio y profundo de dichas herramientas, buscando la aplicabilidad en las actividades que cada empresa tiene.

Por ende, la interacción entre los profesionales contables e informáticos se vuelve más importante que nunca, pues ambos conocimientos deben complementarse e interactuar, esto con el fin de atender las necesidades que tienen los primeros con las habilidades de los segundos.

Los contadores deben aprender el lenguaje informático para expresar mejor esas necesidades y validar que los resultados que ofrezca la IA sean certeros.

Conclusiones

Los resultados que ya se tienen son la incorporación de la IA en la contabilidad y la gestión de impuestos; asimismo, esto ha marcado un hito en la eficiencia y precisión de las operaciones financieras. Hoy es posible decir que la convergencia entre la IA y las finanzas redefine la forma en que se abordan los desafíos contables, allanando el camino para un futuro más eficiente, orientado a los datos y justo en el mundo de las finanzas.