on más de veinte años al frente de proyectos de auditoría para determinar la confiabilidad y calidad en la ejecución de las actividades realizadas, Roberto Ramos Maruri habla sobre la evolución que se debe presentar en los ejercicios de auditoría interna, la cual ha obedecido a las innovaciones tecnológicas.
Ante este escenario, la labor del auditor interno abarca mucho más que el aseguramiento derivado de la actividad propia de auditoría, ya que, se transforma en asesor e identifica la situación real de la organización, así también, muestra cómo puede ser mejorada.
La elaboración y ejecución de un plan de auditoría y monitoreo requiere trabajar y definir grupos específicos para la identificación, realizar entrevistas e involucrar a la alta dirección; lo anterior con el objeto de levantar inquietudes de la administración de los negocios y factores de riesgo que afectan el entorno de una organización.
Ramos Maruri comenta que, a partir de esto, se identifican dichos factores que permiten configurar un plan de auditoría y, de esta manera, el área mencionada se enfoca en cuestiones relevantes como los temas regulatorios, de negocios o de cambios tecnológicos.
“El plan de auditoría también implica, después de identificar los riesgos, priorizarlos estableciendo la capacidad de impacto, proceso en el que se ve involucrada la alta dirección, asamblea de accionistas, consejos de administración, comités de auditoría, entre otros grupos”, puntualiza.
Por otro lado, el director de auditoría es consciente de que los auditores, junto con el gobierno corporativo, juegan un rol importante en la prevención y la detección de fraudes.
De modo que, un procedimiento de auditoría interna, con ayuda de marcos de control, minimiza los riesgos; sin embargo, esta actividad no garantiza que no se infrinjan reglas que, en muchos casos, resultan en pérdidas económicas. Por ello, el directivo considera fundamental un adecuado seguimiento a las implementaciones y mejoras en los procesos auditados y, en caso contrario, la elaboración de un informe con las debilidades detectadas, así como las acciones que se van a emprender para corregirlas.
“El informe del auditor es el documento que transmite la cantidad de trabajo que hubo detrás del proceso de auditoría, es como la cereza del pastel; en el que los aportes de valor deben ser transparentes para la organización y, de esta forma, atender los campos de mejora”, enfatiza.
Actualmente, la auditoría financiera proporciona una revisión y validación de los documentos contables; además, verifica si se cumple con los requerimientos que una entidad tenga relacionados con el ámbito regulatorio.
Agrega que la auditoría interna debe de alinearse con la estrategia de los negocios para orientar los planes hacia focos de riesgo que le preocupen a la entidad.
En el caso del sistema financiero mexicano, el órgano regulador que autoriza, supervisa y vigila a las entidades financieras es la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), misma que ostenta facultades que le concede la ley para requerir, solicitar y obligar a presentar información financiera de forma constante.
Es importante señalar que el marco normativo financiero aplicable se basa en las Normas Internacionales de Información Financiera (NIIF) y en las Normas Internacionales de Auditoría (NIA); por tal motivo, Roberto Ramos destaca que el contador público requiere un amplio conocimiento en la materia, pues constituye un lenguaje común que otorga confianza a los usuarios y operadores de información financiera.
Mediante la aplicación de la tecnología digital, las organizaciones están transformando la manera de hacer negocios, encontrándose con nuevos desafíos y oportunidades que enfrentar en el mercado.
El líder en auditoría asegura que, para que lo anterior se manifieste, debe existir un cambio de mentalidad que rompa con la parte tradicional, en la que se entendía a la auditoría como una planificación rígida.
Ahora bien, el contador Maruri afirma que: “Si las organizaciones están modificando sus modelos de negocio, la función de la auditoría interna debe hacer lo mismo para seguir cumpliendo la misión de generar valor. La auditoría debe cumplir no sólo en la estructura, sino especialmente en la adopción de nuevas tecnologías”.
Bajo esta misma línea, los avances tecnológicos están siendo aplicados en múltiples campos, muestra de ello es el empleo de algoritmos a los datos contables para que detecten anomalías y riesgos. Ramos Maruri asegura que se deben emplear programas capaces de interpretar el big data, dar lectura a documentos, programar rutinas, recopilar información, entre otros beneficios para la auditoría.
En este contexto tecnológico, el alto directivo añade que se presentan múltiples retos para sentar bases sólidas en la gestión de datos: “De la misma manera se debe prestar atención en aspectos como la ciberseguridad y protección de datos; hay que tener en cuenta el factor humano, ya que, como profesionales, es preciso reinventarse y adaptarse a este nuevo panorama”.
Añade que: “Será fundamental un cambio de mentalidad en los equipos de trabajo; el orientar o tener claro que […] tienen que enfrentarse a un mismo equipo, hace a un mismo fin darles esa flexibilidad y, sobre todo, aceptar ideas nuevas”.
La metodología Agile nace en la industria del desarrollo de software, cuando las compañías de este sector comprendieron que la forma tradicional de trabajo retrasaba mucho la entrega del producto final.
“Este método tiene sus orígenes en todas las empresas tecnológicas que tradicionalmente hacían proyectos por proceso de cascada, es decir: paso uno, paso dos; y mientras no terminaba un paso, no podía continuar”, comenta.
Preocupados por esto, un grupo de desarrolladores (hace algunos años) se dio a la tarea de evaluar la mejor manera de hacer estos entregables y realizarlos con mucha mayor frecuencia.
El contador detalla: “Este grupo puso en común las mejores prácticas de cada compañía y crearon el Manifiesto Agile, un modelo de mejora continua y rápida, con plazos de entrega reducidos que buscan evitar la dispersión y centrar toda la atención en una tarea encomendada”.
El modelo está basado en cuatro pilares:
La metodología Agile emplea equipos multidisciplinarios, los cuales trabajan juntos durante todo el proceso.
La adopción de la filosofía Agile está ayudando a tener claridad en las prioridades, alineando las fuerzas de distintas áreas, pensando a nivel local y global; y, por encima de todo, está permitiendo a los equipos colaborar integradamente, poner al cliente en primer lugar, innovar, pensar en grande y aportar valor de forma global.
Para Ramos Maruri, la auditoría debe permanecer alineada en todo momento a la estrategia de negocios y atender temas como la ciberseguridad, inteligencia artificial, control y vigilancia, no sólo a las grandes empresas, sino también a los pequeños negocios.
En su mensaje final, el contador Roberto Ramos Maruri explica que el éxito de una empresa no se basa sólo en la oferta de sus productos o servicios, sino que debe ofrecer una respuesta a las necesidades de los consumidores.
“En un entorno cambiante y cada vez más evolucionado y conectado entre sí, debemos comprender que las formas tradicionales de trabajo a veces no se adaptan a los requerimientos de los momentos actuales”, concluye.
Se deben realizar las revelaciones suficientes y necesarias para que los usuarios de la información financiera tengan la oportunidad de conocer los cambios contables y la corrección de errores.
Juan Carlos Bojorges Pérez
Las organizaciones han adoptado el compliance tributario como una herramienta para llevar el control de sus obligaciones fiscales.
Roberto Vázquez Valdez
Es importante revisar los productos que se van a importar, así como tener en cuenta los requisitos que se deben cumplir para poder ingresarlos al país.
Rosaura Aguilar Peña
Será hasta finales de este año cuando esta norma entre en vigor y pueda ser aplicable a los trabajos de auditoría de estados financieros en las empresas.
José Luis Zamora Morales
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