Socio de Comercio Exterior
en Salles, Sainz - Grant Thornton
En el mundo de los negocios, el legado sigue dando de qué hablar, pues Gina (nieta de Fernando Diez Barroso), diseñadora de profesión, ha sido designada como representante de las mujeres mexicanas ante el Grupo de los 20 (G20), reconocida como una de las 100 mujeres más poderosas de los negocios en el país y consejera independiente en diferentes instituciones.
Gina Diez Barroso Azcárraga, fundadora del proyecto global de educación continua, Dalia Empower, un centro mexicano de empoderamiento dedicado a las mujeres, así como presidenta del holding Diarq, habla acerca de liderazgo digital, emprendimiento, empatía laboral, innovación y, sobre todo, de la profesionalización de la creatividad y del negocio.
En una plática amena y con la sencillez que le caracteriza, Gina conversa de cómo se forjó como mujer de negocios de alta dirección y cuáles son los pilares que la definen como empresaria y ser humano; asimismo, de cómo los defectos se convierten en virtudes.
Refiere que desde pequeña fue etiquetada por su madre como “una niña que no toma un no como respuesta”; esto al principio le significaba una especie de insignia negativa, pero hoy es su máximo distintivo positivo, pues dijo: “Siempre logro lo que quiero gracias a esos no por respuesta y por el sí se puede”. Estos conceptos definen su personalidad y son los que hacen que hoy sea considerada una líder de opinión en los círculos empresariales.
Gina Diez considera que el éxito se construye a base de esfuerzo, constancia, disciplina y temple; sin embargo, la empresaria confía en el trabajo en equipo para cumplir objetivos y llegar a las metas.
“Creo en los equipos. Cuando me preguntan que cuánta gente trabaja para mí, respondo que ninguna, sino que trabajan conmigo en un proyecto común. Trato de que mi proyecto sea de ellos, nuestro”. También señala que el espíritu emprendedor y la pasión por hacer negocios siempre fueron parte de su esencia, pues desde que era niña el tema del emprendimiento estuvo presente.
Recuerda que desde temprana edad fue emprendedora: “Creo que iba en sexto de primaria cuando mi abuela nos llevaba a Houston de compras; nos daba dinero, del cual me gastaba un porcentaje y el resto lo destinaba para comprar cosas y venderlas. Mi hermana y mis primas llegaban con cosas y yo con reventas, de ahí empieza mi espíritu empresarial”. Asimismo, la activista agrega que el gusto por los negocios es porque su papá, quien falleció cuando era niña, así como su abuelo paterno, eran contadores y, de alguna forma, se convirtieron en su modelo a seguir.
Diez Barroso cuenta que a los 11 años fue muy cercana a su padre, a quien consideraba su líder: “Recién, en una entrevista alguien dijo: ‘Yo nací en los hombros de un gigante’, entonces creo que yo también nací en los hombros de uno”.
Para Gina, el alimento del espíritu empresarial está basado en la visión e innovación, pues comenta que todo el día se la pasa pensando qué hacer de nuevo o qué se necesita.
Refiere que su visión emprendedora la heredó de su abuelo Emilio Azcárraga Vidaurreta, quien los arropó tras el fallecimiento de su padre: “Crecimos con ese modelo de persona visionaria y altruista”.
Como mujer de negocios exhorta a los jóvenes, quienes quieran emprender, a ser constantes en su ideal, que tengan la sensibilidad de ver oportunidades para iniciar un proyecto, asumiendo los riesgos que puedan presentarse, pero también el éxito que esto puede representar. “El emprendedor debe tener una mentalidad de resistencia, no duerme; el entrepreneur debe aprender a fallar y a levantarse”, comenta.
Hace énfasis en que el que quiera emprender debe estar consciente que esto puede ser más esclavizante que trabajar en una empresa, pues en ésta se tiene un sueldo garantizado y días de descanso; se tiene un horario relativamente fijo: “El emprendedor no tiene horario. El que trabaja en una empresa, duerme; el emprendedor no”.
Explica que cuando se decide ser emprendedor, primero es necesario hacer una lista de cosas que van a suceder (buenas y malas): “El emprendedor tiene un premio muy alto si le sale en el primer intento; no obstante, si no le sale, también tiene que saber fallar y levantarse”. Asimismo, para Diez Barroso el término fallar es normal y hay que aprender a levantarse ante el fracaso.
La empresaria aconseja a los futuros emprendedores contar con “una coraza fuerte”, estar preparados para no dormir, alistarse para que llegue un viernes y no haya dinero para pagar a los colaboradores, así como a no tener un horario fijo de trabajo. Los invita a que crean en su emprendimiento y confíen en que lo van a lograr; que deben formar un equipo increíble y ser empáticos, unos líderes. “Si fallas, no importa, síguele y aviéntate con otro; el emprendedor lo es de corazón. Aprende a lidiar con desafíos, uno de estos es el dinero, pues no es fácil conseguir el capital que arrope un proyecto nuevo”.
La manera en cómo una empresa realiza sus negocios, así como la relación que mantiene con sus clientes y colaboradores, son fundamentales para Gina Diez Barroso, quien parte con la idea de contar con una cultura de empatía como pieza clave para definir el papel del líder.
“El término empatía no existía como ahora. Hoy se necesita un líder empático, que sepa escuchar, mantener una cultura de equipo. Actualmente vivimos en una relación de equipos intergeneracionales, un tema que es complicado porque está la persona de 60 años, quien piensa distinto a los jóvenes de hoy, quienes tienen una necesidad de satisfacción inmediata”, apunta. Por eso es necesario contar con un líder empático con el fin de mantener el bienestar en cada integrante del equipo de trabajo.
Una de las habilidades blandas, que no tiene nada de blando y que es elemento clave en los equipos de trabajo intergeneracionales, es la empatía, pues permite entender y entablar diálogos en esta cultura de esfuerzos.
Gina Diez Barroso, una de las personas de negocios más poderosa en temas de diversidad e inclusión, habla de la diversidad, pero no de género, sino de la diversidad de entrenamiento. Apela que en las juntas de consejo debería estar presente el equipo de trabajo, pues considera esta acción como significativa en la construcción de una fuerza laboral diversa e integral.
“En las juntas del consejo deberían estar presentes las personas de las áreas comercial, creativa, de diseño y hasta quien va a vender el producto”. Asegura que si se contrata a una persona que es experta en algo es para que diga qué se necesita hacer y no para que uno le diga lo que tiene que realizar. Al respecto, añade: “Partimos del supuesto equivocado de que somos todólogos cuando en realidad sólo se necesita capitalizar las experiencias de la gente”.
La galardonada por la Asociación de Emprendedores de México (en la categoría de mujeres emprendedoras) le da un sentido al término “profesionalización de la creatividad” como parte de la formación de emprendedores.
Afirma que esta idea nace con el tema de los dos hemisferios del cerebro. El hemisferio derecho es la parte creativa, de la imaginación, emoción, intuición e innovación. En tanto, el hemisferio izquierdo está vinculado al análisis, al pensamiento lógico y racional, así como a las matemáticas.
“Por ejemplo, los contadores tienen mucho más desarrollada la parte financiera y analítica. Nacemos con una parte del cerebro mucho más cargada que la otra parte. Yo soy lado derecho, pero eso no quiere decir que el otro lado lo tengas que nulificar y lo metas a un cajón con llave”, apunta. En ese tenor, Diez Barroso explica el porqué de la importancia de desarrollar los dos hemisferios del cerebro.
“Resulta que de repente tienes tu empresa y llega una pandemia como recién lo experimentamos, por lo que, tu modelo de negocio ya no es el que era, pues el Covid lo cambió o porque viene muy fuerte el tema de la Inteligencia Artificial (IA)”. Dado estas circunstancias, explica que se tiene que dar un giro de 180 grados.
Ante este clima y llegando al punto de profesionalizar la creatividad; además de su interés por el tema de la innovación, la empresaria se cuestiona por qué hasta el momento no hay una universidad que desarrolle ambos lados del cerebro. Sobre este tema, Gina Diez Barroso platica de Universidad Centro como la primera institución en México que se enfoca en carreras de áreas creativas con el objetivo desarrollar las dos partes del hemisferio.
“Es así es como nace la idea de crear algo novedoso, ya que, ¿cómo es posible que un profesor te enseñe emprendedurismo si lleva 20 años siendo maestro de tiempo completo y en su vida ha pagado una nómina?, ¿cómo puede tener un pensamiento creativo una persona que es totalmente del lado izquierdo? Por eso surge Universidad Centro con una expansión totalmente innovadora, donde tenemos 360 profesores, cada uno es empresario de lo que hace”, afirma. Así es como nace este modelo educativo diferente y en sus palabras, es el origen de su pasión por la educación.
Para Gina Diez Barroso el tema de la innovación es fundamental, por lo que, considera que el país necesita una educación mucho más vanguardista, que atienda las necesidades que se van presentando, tales como la IA, que aunque ya existía, está tomando mucha fuerza actualmente.
Asegura lo siguiente: “No importa cuál sea tu profesión o a qué te dediques, lo importante es que tienes que desarrollar fortalezas que antes no tenías afianzadas, esto para estar vigente con el paso del tiempo y ante el embate de las circunstancias que se lleguen a presentar”. Sobre el tema agrega que el World Economic Forum, Mckinsey, así como el estudio de Global Talent de LinkedIn, publicaron las 20 fortalezas que el ser humano necesita para triunfar y de las 20 habilidades, 15 son lo que llaman erróneamente soft skills.
“En Dalia Empower (proyecto del cual es fundadora) les denominamos life skills porque son habilidades para la vida. Esas 15 life skills son para que la IA no te quite tus fortalezas, te dediques a lo que te dediques”. Menciona que hay que pensar y cuestionarse qué tan fuerte se es en dichas fortalezas, mismas que ayudarán a destacar en la dinámica laboral y en los modelos de negocio que se avecinan.
De estas 20 fortalezas sólo cinco de ellas son las que llaman hard skills (experiencia del usuario, análisis y entendimiento de sistemas, pensamiento crítico, uso y desarrollo de tecnología e integración digital). Por ello, enfatiza: “Ninguna universidad del mundo se especializa en esas fortalezas. Entonces, ¿qué te está diciendo el mundo?, pues hay que desarrollarlas”.
Uno de los temas por el que Gina es considerada una estratega en los negocios y la ha convertido en una de las mujeres más poderosas en el ramo, es por la forma de ver los negocios a futuro.
Confiesa que con el arribo de la tecnología llegan cosas muy delicadas: “A mí me asusta la IA; por ejemplo, al ChatGPT puedes preguntarle cómo hacer una bomba o de qué manera acabar con equis cosa”.
La presidenta del holding Diarq (sociedad financiera) hace un llamamiento a todas las profesiones para desarrollar estrategias y fortalecer el pensamiento crítico, “pensar fuera de la caja”, pues refiere que el 60% de los alumnos que están en su último año de bachillerato van a trabajar en empresas que no existen.
Diez Barroso como representante de México en la alianza G20 Empower por las mujeres, grupo que reúne a líderes de los países más poderosos para promover el avance de las mujeres en puestos de liderazgo, menciona que su propósito en la vida es darle tanta educación como pueda a los seres humanos, especialmente a las mujeres, pues con el tema de la pandemia y el trabajo remoto, “se retrasaron 10 años”.
De lo anterior, comenta: “El hombre ya trae los tenis puestos, pues sale corriendo de su casa porque no quiere estar en su domicilio, no quiere estar con la aspiradora ni con los niños. El hombre ya está en su oficina y la mujer prefiere estar en casa”.
Añade que hay proyectos en empresas de cualquier índole que son programados y hay proyectos que llegan de repente. “Mientras la figura masculina está en la oficina y la mujer en casa, si llega un proyecto o si hay que promover a alguien en un puesto, ¿a quién se lo damos?, ¿a quien está presente o a la persona que no veo en semanas?, a esto me refiero cuando digo que la mujer ya se retrasó”. Puntualiza en la idea que la tecnología es una buena herramienta para acelerar las cosas, sin embargo, no es la herramienta la que suple a la gente.
Diez Barroso, en su participación en el G20 Empower (iniciativa creada por Canadá y adoptada por Japón, integrada por mujeres líderes), señala que las mujeres son vistas como motores de la economía, quienes incrementan el Producto Interno Bruto (PIB). Cuando el G20 pide que se integre una CEO de un país y líder de empresa para representarlo, ella representa a México.
Resultado de su participación en el G20 para dar impulso a las mujeres en cargos directivos es como nace su proyecto Dalia Empower, el cual brinda herramientas a las mujeres para que alcancen sus metas profesionales y personales. Dalia Empower como sistema de aprendizaje y de network permite incrementar el negocio con mujeres de todo el mundo; es un sistema de aprendizaje para concretar metas personales y profesionales. Este centro educativo tiene como finalidad que la mujer reconozca su poder y se adueñe de éste para lograr lo que quiera en la vida. “No buscamos el empoderarlas, pues nadie les quitó el poder”, menciona Gina.
Dalia Empower tiene programas con pedagogas, psicólogos, psiquiatras y personas que transforman el comportamiento de la mente. En este centro se desarrollan tres poderes:
Diez Barroso asegura: “Lo que decidas como mujer es por decisión, no por imposición. Las mujeres tenemos el poder y no lo reconocemos”.
El tema contable no es ajeno a Gina, pues como se comentó al inicio, es nieta del primer contador en México, por lo que, es un tema preponderante en sus emprendimientos.
“El tema de los números se me da de una manera tan lógica, aunque yo no estudié la carrera de Contaduría Pública y no sé por qué, en mi familia se habló de la contabilidad como algo natural, lo traemos en las venas”. Menciona que los contadores son la gente de más confianza, pues no sólo son los que llevan los números en las empresas, son la asesoría y la estrategia del negocio.
Por último, Gina Diez Barroso destacó la relevancia de que las empresas cuenten con programas de entrenamiento; pues es una cuestión de hombres y mujeres, un esfuerzo en equipo, no es hacer competencia con nadie, es trabajar de manera conjunta. “Hombres y mujeres deben colaborar con mentoría cruzada, con una cultura de diversidad, ya que, se genera una verdadera cultura de género positiva”, concluye.
Dentro del marco normativo mexicano existe una serie de requisitos que debe cumplir quien desee ocupar los más altos cargos de fiscalización.
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