También, el cambio trae consigo necesidades como infraestructura, innovación, nuevos modelos de negocio, educación, capacitación, entre otros factores; en este sentido, el campo profesional de la administración y finanzas es clave para apoyar al cambio mediante la planeación estratégica, la identificación de indicadores en una triple cuenta de resultados, asumir buenas prácticas en cuanto a la inversión, así como el financiamiento para la sustentabilidad, entre otros.
Entre las nuevas maneras de medir el valor de una entidad económica se encuentra la valuación de empresas con perspectiva sustentable, definida como la capacidad que tiene la organización para ponderar y decidir entre necesidades y oportunidades de las partes interesadas, esto a partir de los hechos sociales efectuados para el cumplimiento de la misión por la que fue creada dicha entidad; lo anterior, aunado a no afectar la vida de todo ser vivo, así como evitar la vulnerabilidad en todos los niveles de la sociedad sin perder de vista la obtención de beneficios económicos para cada uno de los autores.
Al respecto, parece que el constructo “valor sustentable” es nuevo en el sector de las organizaciones; sin embargo, en una búsqueda en la plataforma Scopus, se encontraron más de 90,000 documentos, entre artículos, capítulos de libros o ponencias en las áreas de ciencias ambientales y sociales, negocios, gestión y contabilidad, economía, econometría y finanzas.
Sólo por citar un ejemplo de lo anterior, el artículo A literature and practice review to develop sustainable business model archetypes (Bocken, Short, Rana y Evans, 2014) cuenta con 2,504 citas y Creating sustainable value (Hart, Milstein y Caggianos, 2003) tiene 1,208. Esto da cuenta del interés por analizar cómo transitar hacia la sustentabilidad en las organizaciones.
El presente artículo ha considerado que la industria es un actor que conforman las partes interesadas, tal como lo presentan los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), específicamente, el ODS 9, Industria, innovación e infraestructura, cuyo elemento fundamental es la inversión en nuevas tecnologías como la ecoinnovación, economía circular y responsabilidad social.
Para crear valor sustentable es necesario que las entidades logren desempeño positivo en las dimensiones económicas, sociales y ambientales; sin embargo, no se debe perder de vista que, para lograr dicho desempeño, se requiere superar desafíos globales (tal es caso de los riesgos sistémicos y multifacéticos); para ello, se deben identificar estrategias asociadas al desarrollo sustentable, al mismo tiempo que se impulsa el valor para la empresa.
Por su parte, Bocken, Short, Rana y Evans (2014), mencionan que los modelos de negocios sustentables incluyen factores en una triple cuenta de resultados, incluyendo las partes interesadas; por lo tanto, cada vez se observa en el sector de la industria que las organizaciones asumen los principios de sustentabilidad como parte de su agenda y de las estrategias.
En 2018, Bidmon y Knab puntualizaron que, para que surja un cambio hacia el desarrollo sustentable, éste debe ser sistémico de ida y vuelta, es decir, discurrir tanto en los patrones de producción como de consumo, por lo que, es importante conocer cuál es la dinámica de las transiciones y, para ello, los modelos de negocio surgen como potencial para comprender y contribuir a dicho cambio sistémico por las implicaciones en la transición del ámbito social.
Un modelo de negocio puede tener varias acepciones, pero, en concreto, es una herramienta para el cambio organizacional a fin de comprender cómo se logra el desempeño de una organización. Cabe señalar que, ante los problemas multifactores que se observan para alcanzar el desarrollo sustentable, los que integran los enfoques sociotécnicos son la innovación tecnológica, dinámicas sociales, contexto y objetivos de la organización.
En el ámbito de la industria y la innovación, surge la necesidad de medir, valuar y evaluar no sólo las prácticas y acciones, sino también los resultados. En el campo de las finanzas existen diferentes métodos financieros para medir el desempeño, desde el análisis costo-beneficio, pasando por el diagnóstico financiero, y métodos de valuación y generación de valor. En su mayoría, estos métodos dan razón del desempeño financiero y económico; otros dan cuenta de lo ambiental; en menor cantidad, del desempeño social; y los menos miden, de manera integral, el valor sustentable.
No obstante, el reto es sumamente complejo. Cuando Sehreen, Mehedi, Akhtar y Ahmad citan a Lee y Moscardo, resaltan que la falta de conocimiento y conciencia sobre los problemas del medio ambiente afecta el comportamiento ambiental público. Proponen el método de valoración contingente, pues éste se emplea para estimar la disposición a pagar por una mejor calidad en los servicios para aumentar el bienestar, pues se valúan recursos no comerciales como la calidad del agua, compensación de emisiones de carbono, conservación de humedales o economía de la salud.
En esencia, el método inicia con la identificación de factores que influyen en la disposición a pagar. Asimismo, también enfatizan que la educación, los ingresos altos de las personas y el conocimiento sobre la contaminación, influyen en la disposición a pagar por una mejor gestión ambiental.
De la misma manera, después de una crítica a los métodos de valoración actuales y ante la importancia de las inversiones en eficiencia energética, dichos métodos tienen vacíos de información para la toma de decisiones; por lo tanto, proponen el marco de valuación de opciones reales para evaluar el impacto financiero de dichas inversiones por fases.
Al respecto de maximizar el valor en la organización, se cuestiona cómo se puede elevar el valor de las partes interesadas y, al mismo tiempo, mantener el rendimiento financiero si no hay información que demuestre cómo se genera valor a las partes interesadas, esto en el sentido de que los métodos actuales están limitados al respecto; por ello, se propone el método del valor empresarial sostenible, el cual incluye seis dimensiones:
Aunque el método no valúa, sí aporta a la identificación de factores de impacto para aumentar el valor en una triple cuenta de resultados.
Por su parte, Ogilvy y Vail (2018) exteriorizaron que los enfoques de valuación descritos en el Sistema de Contabilidad Ambiental y Económica de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), las normas de contabilidad australianas y las internacionales, sí proporcionan una base sólida para valuar los ecosistemas utilizados como factores de producción económicamente significativos. En el entendido de que si una empresa tiene métodos disponibles que cumplen con normas de valuación de los ecosistemas, significa que dichas entidades quieren incluir los ecosistemas, de manera voluntaria e informal, como subclases en los informes financieros.
A continuación, se presenta una línea de tiempo de cómo ha evolucionado el pensamiento de la medición del desempeño financiero en la empresa.
Nota: en la actualidad, existen métodos de medición de generación de valor sustentable (como el índice de generación de valor sustentable).
La medición del valor sustentable puede contribuir al cambio de paradigma y a la comprensión del proceso de transición a la sustentabilidad, esto al considerar las partes interesadas en una triple cuenta de resultados. Quizá entre las claves para la transición están la democratización e inclusión del conocimiento, así como el acceso a mejores herramientas para la productividad y la equidad. La naturaleza del cambio es intrínseca a los seres vivos; la diferencia de los seres humanos es, tal vez, la utilización de las herramientas.
No atender temas de sostenibilidad afecta el entorno de las personas y pone en riesgo la posibilidad de que una entidad se mantenga como negocio en marcha.
Elsa Beatriz García BojorgesLa NIS A-1 y B-1 del CINIF están diseñadas para fortalecer el gobierno corporativo y asegurar una gestión más transparente y responsable en las empresas.
Orlando Garciacano CárdenasAdemás de GRI y SASB, existen
otros marcos para los reportes de sustentabilidad en las empresas, pues hay
muchas aristas que cubrir en el ámbito ASG.
Los criterios ASG se enfocan en la protección del ambiente, mejoras en las condiciones sociales y en las prácticas de gobierno corporativo en las empresas.
Juan Carlos Bojorges Pérez© 2025 Colegio de Contadores Públicos de México, A.C.
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