Café con dos de economía

México 2024: posible cambio en las condiciones económicas

Las elecciones presidenciales y la caída en las tasas de interés podrían representar un cambio en las condiciones económicas para México en 2024.

México 2024: posible cambio en las condiciones económicas


N62345
Dr. Salvador Rivas Aceves Secretario de investigación en la Universidad Panamericana
Café con dos de economía 05 de abril de 2024

Ya ha transcurrido el primer trimestre de 2024 y, como era de esperarse, todas las variables económicas y financieras en México se desempeñaron como lo venían haciendo en 2023:

  • La inflación tiene una desaceleración notoria por los altos niveles de la tasa de interés.
  • La inversión fija ha crecido por el fenómeno del nearshoring.
  • El consumo global tiene una dinámica nunca antes vista, consecuencia del aumento en los salarios, los programas sociales y la estabilidad en el empleo.
  • El tipo de cambio se encuentra estable con un peso fuerte ante el dólar, esto deriva de la entrada masiva de dólares a la economía, tanto al sistema financiero como a la economía real.

La economía, en su conjunto, ha crecido a un ritmo por arriba de las expectativas de propios y extraños; se trata de un panorama idóneo para que las actividades económicas consoliden la expansión que tanto estamos esperando desde hace varios años. Sin embargo, en el segundo trimestre el panorama puede cambiar drásticamente, ¿qué podemos esperar?

La mayoría de los agentes económicos están esperando y se están preparando para la aparición del primer detonante en el segundo y tercer trimestre de 2024: la caída en las tasas de interés.

El primer posible detonante lo podemos encontrar en las tasas de interés. En las reuniones de la junta de gobierno del Banco de México (Banxico), durante el primer trimestre del año, se dejó claro que vendrá una disminución paulatina de la tasa de interés. Es poco probable que la caída sea mayor a 1%, lo que “movería fuertemente las aguas en la economía”, pero la disminución sí tendrá efectos en varios ámbitos.

Se espera que se ponga fin a la guerra de tasas en el mercado de la renta fija, en especial entre las Sociedades Financieras Populares (Sofipos), pero también al interior de la banca comercial. De tal suerte, que se pueda empezar una salida de capitales leve al principio, pero más fuerte cuando las tasas continúen bajando. Dado lo anterior, la captación de recursos disminuirá en el sistema bancario y en otros prestadores de servicios financieros.

Si se da el fenómeno fly to quality, la estabilidad del mercado cambiario desaparecería por la alta demanda de dólares que se necesitarán para la salida de capitales. Las depreciaciones en el peso mexicano ocasionarían presiones inflacionarias por la cantidad de bienes y servicios importados que se consumen en la economía nacional, tanto intermedios como finales. De manera simultánea, se estimularían las exportaciones y, por lo tanto, el flujo de comercio.

El consumo en México ha crecido a ritmos inusitados desde el control de la pandemia y, sin duda, la caída en la tasa de interés lo estimulará más. Este posible escenario inflacionario puede ser detenido por el lado de la oferta del mercado; la baja en las tasas de interés puede motivar a las empresas a invertir más, esto debido al bajo costo del crédito. Lo anterior deberá impulsar la producción de bienes y servicios, con lo que los precios podrían mantenerse estables.

Incremento inversión
El incremento en la inversión y, por ende, en la producción, estimularán el empleo de los factores de la producción y esto, a su vez, generará crecimiento económico.

Un segundo detonante lo encontramos en las próximas elecciones. En el pasado, jamás se había definido de manera tan clara la elección entre dos modelos económicos opuestos en una contienda presidencial. La elección de uno u otro, sin duda, marcará el rumbo de las principales variables económicas y financieras de la economía mexicana. La estabilidad y certidumbre (en materia económica) puede perderse por el resultado de la elección presidencial; el cual, además, está atado a un tercer detonante: la inseguridad en el país.

La economía mexicana, en su conjunto, ha crecido a un ritmo por arriba de las expectativas; se trata de un panorama idóneo para que las actividades económicas consoliden su expansión.

Conclusiones

Desde mi perspectiva, el panorama económico seguro cambiará durante el segundo y tercer trimestre de 2024. Es mi deseo que el cambio no sea drástico, pero las señales que vemos en el mercado (y en la sociedad) muestran lo contrario. Afortunadamente, la mayoría de los agentes económicos están esperando y se están preparando para la aparición del primer detonante: la caída en las tasas de interés.

Lo anterior, por supuesto, genera la esperanza de que las consecuencias pueden no ser tan graves. Respecto del segundo detonante, nada está escrito, todo puede pasar. Sólo queda esperar lo mejor y prepararse para lo peor; cualquiera que sea el resultado, el deseo es que el rumbo y el ritmo de la economía mexicana no se afecten.icono final



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