Reconfiguración del trabajo humano en la era tecnológica

En 2024, casi once años después de esa publicación, se puede constatar cierto nivel de inexactitud en las predicciones (tal como lo previeron los autores), aunque en términos generales, las ideas centrales han quedado validadas: las nuevas tecnologías afectan profundamente a los empleos en diversos grados.

Ser espectadores pasivos de la evolución nos hace vulnerables y nos coloca en la zona de pérdida, es decir, con los que no se adaptan y desaprovechan las oportunidades.

El mismo Carl Benedikt Frey, en una entrevista concedida en 2017, sostiene que varios de los empleos con mayor tasa de reemplazo por las tecnologías son aquellos que menos satisfacen a los seres humanos. A partir de ese documento académico se ha desatado una oleada de investigaciones, comprobaciones y explicaciones acerca de esta afectación en el mapa laboral de la actualidad y, seguramente, en el futuro:

• Las tecnologías exponenciales (robótica, blockchain, Inteligencia Artificial (IA), realidad virtual y aumentada, impresión 3D, etc.) están penetrando y modificando el panorama del trabajo humano a una velocidad y con una profundidad nunca vista.
• Las personas más vulnerables a perder o reducir sus opciones de empleo son aquellas que hacen trabajos bastante rutinarios, mecánicos o con un bajo índice de complejidad intelectual, emocional o social; dicho de otra manera: si alguien puede explicar de una forma simple, corta y entendible cuál es el trabajo que hace, probablemente se encuentre entre los que más posibilidades tienen de ser reemplazados. Las personas que requieren explicar la naturaleza de su trabajo de una manera más compleja y detallada, es probable que correspondan a empleos menos susceptibles de reemplazo por la tecnología.
• La globalización produce que estas afectaciones laborales se presenten en cualquier parte del mundo, aunque ese cambio puede darse más rápido en países con mayor nivel de tecnificación e industrialización.
• La disrupción del mundo laboral está demandando nuevos sets de habilidades; muchas de las instituciones dedicadas a la enseñanza (técnica o profesional) tienen un modelo operativo aún demasiado lento para alcanzar la habilitación necesaria en el plazo en el que el mercado laboral demanda dichos cambios.

Algunas estimaciones han concluido que, en las singularidades tecnológicas, los nuevos empleos que han emergido como consecuencia de éstas, han sido más que los que se perdieron debido al reemplazo del trabajo humano. Eventos como la computadora de escritorio con paquetería de ofimática (1985) o el smartphone (2007) desaparecieron o simplificaron funciones laborales, pero habilitaron nuevas posibilidades de trabajo, tanto asalariado como autónomo (entrega de alimentos, aplicaciones de transportación personal, hospedaje en activos inmobiliarios o bolsas de proyectos y de empleo remoto).

En la siguiente tabla se pueden identificar ejemplos de empleos que tienden a desaparecer, otros que se mantendrán con cambios menores, así como los que, probablemente, emergerán como consecuencia de las tecnologías exponenciales nuevas:

Resulta de especial interés delinear en qué aspectos específicos del trabajo de un contable operativo tiene mayor probabilidad el reemplazo tecnológico:

• Cálculos y análisis básicos
• Conciliación bancaria
• Entrada de datos transaccionales a los sistemas
• Generación de informes estándar
• Gestión de facturas y pagos
• Preparación de declaraciones básicas de impuestos

¿Qué estrategias pueden seguir los profesionales de diferentes campos de conocimiento para mantener la vigencia de sus habilidades en esta era de transición radical en el nuevo mapa laboral? A continuación se mencionan cuatro de éstas:

1. Nutrir la mente y robustecer las decisiones profesionales y de empleabilidad: a partir de información prospectiva, accionable y de alta calidad; esto significa dejar de consumir piezas de información (abundantes en algunos medios de comunicación y redes sociales) con tendencias apocalípticas acerca del panorama del trabajo en el futuro. En cambio, los profesionales deben filtrar la información que ingresan a sus mentes para estar enterados de la dirección de estos cambios y las oportunidades que se abren.
2. Fortalecer las capacidades de pensamiento singularmente humanas: significa ampliar las competencias para activar, canalizar y contagiar emociones (motivación, visión, valores y confianza); así como robustecer las destrezas de inteligencia social (construir redes de colaboración; llevar las interacciones positivas a un nivel de relaciones profundas, etc.); recuperar el pensamiento crítico y consolidar la ética; entre otras capacidades que no rivalizan, sino complementan con las nuevas herramientas tecnológicas exponenciales.
3. Upskilling: adquirir habilidades que permitan una migración a roles de mayor responsabilidad (gerenciales y directivos); son espacios que, por su complejidad y valor estratégico, resultan menos susceptibles a un reemplazo por parte de las tecnologías.
4. Reskilling: adquirir habilidades que permitan una migración a roles diferentes (no necesariamente superiores, sino laterales) en otros campos de conocimiento, o bien, a otras funciones del mismo campo y que sean menos susceptibles al reemplazo del talento humano por la tecnología.

A lo largo de la historia humana, las tecnologías han generado impactos cuantitativos y cualitativos en la forma como las personas ejecutan el trabajo.

Conclusiones

Todo ejercicio de predicción, aun cuando se base en modelos científicos o estimaciones analógicas, implica el riesgo de que tales anuncios no se cumplan de manera exacta, sino que los eventos imposibles de predecir interfieran con el curso de la evolución en la dirección señalada. Sin embargo, estar preparados para esos cambios (aún con tal posibilidad de variaciones) brinda una ventaja decisiva: prepara para la acción en la dirección más probable.

No obstante, ser espectadores pasivos de la evolución nos hace vulnerables y nos coloca en la zona de pérdida; es decir, los que no se adaptan y desaprovechan las oportunidades, los que llegan tardíamente a las nuevas coordenadas y se conforman con lo poco y malo que dejan los que, de manera adelantada, “llegaron a la fiesta”.

Así sucede con el mundo de las habilidades y el empleo, un territorio que se ha comenzado a agitar aceleradamente y que puede representar (para algunos) la más grande amenaza de sus vidas, o bien, la fuente de oportunidades que nunca imaginaron para catapultar su desarrollo, consecuencia del enorme instrumental tecnológico que la era exponencial está colocando en sus manos.