Panorama del uso de energías renovables en América Latina

D

iciembre suele ser un mes en el cual el consumo de electricidad es muy alto en la mayor parte del mundo; las necesidades de calefacción del hemisferio norte, así como las de enfriamiento en el hemisferio sur son considerables.

Aunado a lo anterior, las festividades decembrinas vienen acompañadas de un gran número de actividades durante el día y la noche; al mismo tiempo, para satisfacer necesidades en los hogares y la industria, la producción de bienes intermedios y finales suele intensificarse en dicho mes; en consecuencia, el consumo de energía eléctrica (generada a través de combustibles fósiles) aumenta considerablemente y su efecto en el cambio climático es indudable.

El cambio climático ha generado un gran debate respecto al desarrollo tecnológico necesario para mitigar el uso de energías no renovables y así migrar hacia el uso de energías limpias. Existen varias opciones de energías renovables, entre ellas: eólica, solar e hidráulica.

De los 33 países que componen América Latina, únicamente dos destacan en el porcentaje de utilización de energías renovables.

Debido a la abundancia de recursos naturales y al tamaño de la geografía de América Latina, el potencial para la generación de este tipo de energías es muy grande. La capacidad instalada de energías renovables en América Latina ha crecido de manera constante de 2010 a 2021; según el Banco Mundial (BM), en 2010 esta región tenía la capacidad de generar 167.72 gigavatios (GW); en 2021 se pudieron generar 291.77 GW, lo que representa un crecimiento en la capacidad del 73.96%. Los países con mayor capacidad de generación son:

Respecto de la energía solar (de acuerdo con datos del BM), los países con mayor potencial medido en kilowatts promedio por día (kWp) son: Chile con 6.53 kWp, Argentina con 6.44 kWp, Bolivia con 6.37 kWp, Perú con 5.88 kWp, México con 5.51 kWp, y Haití con 5.10 kWp. Al considerar la capacidad instalada de energía eólica, Uruguay cuenta con 1,514 megavatios (MW); República Dominicana, 370 MW; Perú, 409 MW; y Costa Rica, 394 MW.

El porcentaje de energías primarias renovables utilizadas en América Latina está encabezado por Paraguay con 100%, Chile con 32%, México con 11.25% y Argentina con 8.5%. Bajo esta perspectiva, está claro que el potencial de generación es elevado, sin embargo, aún estamos muy lejos de poder aprovechar al máximo los recursos naturales en la región y utilizar sólo energías renovables; pues de los 33 países que componen América Latina, únicamente dos destacan por su porcentaje de utilización de este tipo de energías.

Durante el periodo de 2013 a 2021, la inversión extranjera en energía solar sumó más de 20,000 millones de dólares (mdd); en energía eólica más de 16,000 mdd; y en energía hidráulica alrededor de 12,000 mdd, según cifras del BM. Los principales países receptores fueron: Brasil, Chile, México y Argentina.

El cambio climático ha generado un gran debate respecto al desarrollo tecnológico necesario para mitigar el uso de energías no renovables y así migrar hacia el uso de energías limpias.

A pesar del monto de inversiones, la generación de energías limpias sigue siendo muy baja y está lejos de sustituir a las energías no renovables. Este fenómeno se ve exacerbado por la actual guerra entre Ucrania y Rusia, ya que, debido a la reducción de la oferta de energía generada por Rusia y la contracción en la demanda hacia ese país por parte de la Unión Europea, se ha ocasionado (en el resto de las economías) un incremento en la generación de energía (vía recursos no renovables) con el objetivo de satisfacer la demanda europea y sustituir la oferta rusa al interior de este mercado.

Esta guerra, además de la distorsión en el mercado, también ha ocasionado que los procesos de sustitución de energías se atrasen, principalmente porque en el corto plazo hay que satisfacer la demanda de los hogares y la industria.