Cinco minutos de gobierno corporativo

Consejo de administración y pandemia: ¿qué aprendimos?

Derivado de la crisis por la pandemia, se tiene la oportunidad de recapitular lo que hace a un consejo de administración resiliente y valioso para la organización a la que pertenece.

Consejo de administración y pandemia: ¿qué aprendimos?


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C.P.C. y P.C.CO. Mauricio Brizuela Arce Socio en Salles, Sainz - Grant Thornton, S.C.
Cinco minutos de gobierno corporativo 21 de abril de 2023
A

dos años del inicio de la pandemia, es posible hacer un análisis de lo que hemos aprendido. Aunque todavía el mundo está lejos de recuperarse del gran golpe que recibió a partir de las distintas crisis (sanitaria, económica, social, cultural, etc.), también es posible identificar aprendizajes y logros.

Desde el punto de vista de la estructura de las empresas, distintos análisis y estudios arrojan algunos datos positivos sobre el desempeño de los consejos de administración durante los meses más precarios, además, nos regalan algunas enseñanzas que van a ser de ayuda a las organizaciones en el futuro.

Antes no se consideraba que una crisis como la pandemia podría ocurrir y mucho menos impactar a las empresas y sus consejos, pero lo que pasó, cambió todo.

El consejo de administración antes de la pandemia

Para comprender mejor estos ajustes, vale la pena echar un vistazo a cómo se hacían las cosas en los años anteriores a 2020, época en la que no se consideraba enfrentar una etapa tan complicada; lo cual es, en retrospectiva, una llamada de atención.

Como lo exponen Seymour Burchman y Blair Jones en el artículo “How boards can plan for the disasters that no one wants to think about" (publicado en 2020 en Harvard Business Review), en enero de ese año el reporte de riesgos del Foro Económico Mundial mencionaba la potencial amenaza de las enfermedades infecciosas, “aun así, pocas empresas incluyeron a una pandemia global en sus categorías de riesgo más altas”.

Más vale que lo que aprendimos en estos dos años no se olvide, ya que, el futuro depende de ello.

Cualquier empresa que planee continuar en su industria debe crear una estrategia para la resiliencia; un consejo de administración eficiente lo tiene en mente al diseñar planes y procesos para emergencias, situaciones en las que aumentan los obstáculos o, incluso, crean nuevos. Lo curioso es que las medidas con mejores resultados que se llevaron a cabo durante la pandemia quizá no estaban en un manual titulado “Qué hacer en caso de una crisis sanitaria mundial”; sino que surgieron de consejos alertas y de rápida respuesta, tal y como se explica a continuación.

El consejo de administración durante la pandemia

Un estudio de McKinsey & Company (llevado a cabo en 800 empresas de todo el mundo) encontró que los consejos de administración fueron ágiles en sus respuestas al librar una batalla en contra de dos crisis simultáneas: de salud pública y económica. Entre los hallazgos que se mencionan en diferentes artículos que resaltan esto mismo, se pueden mencionar las siguientes buenas prácticas:

  • Buena colaboración entre el consejo y el equipo directivo: ante los cambios abruptos que muchas empresas tuvieron que implementar en sus operaciones (trabajo a distancia, cerrar tiendas físicas al público, adoptar modelos de comercio electrónico por primera vez, etc.), un gran acierto fue hacer más sólida la colaboración entre el equipo directivo y el consejo de la empresa (incluyendo a directivos y puestos ejecutivos). Por supuesto, esto se logró (sobre todo) en aquellas empresas donde la comunicación ya era buena, lo que ayudó a que el trabajo se realizara con mejores resultados.
  • Adopción de nuevas tecnologías para procesos más eficientes: fue un cambio que afectó a organizaciones de todos los tamaños y todas las industrias. De pronto tuvieron que aprender a utilizar herramientas digitales o automatizadas para alcanzar los objetivos de los equipos que trabajaban a distancia; para atender a clientes y proveedores con interacciones presenciales limitadas; así como adaptarse a procesos que emigraron a entornos del Internet (como declaraciones mensuales al fisco).
  • Flexibilidad en los modos de trabajo: laborar a distancia, coincidir en fechas para reuniones y el seguimiento del consejo cambió mucho. No sólo existía la posibilidad de tener problemas de salud o cuidar a alguien en casa, sino que también comenzaron a abrirse las opciones de:
    • Incluir a miembros en otras latitudes (eso implicó replantear las sesiones con algunas personas a través de una llamada virtual o de forma presencial en la oficina)
    • Que alguien se conectara desde otro país (en un horario inusual para algunos de los involucrados)
    • Resolver más asuntos con un simple correo electrónico y reducir las juntas (quizá, uno de los cambios más importantes)
El mundo todavía está lejos de recuperarse del golpe que recibió a partir de las distintas crisis (sanitaria, económica, social, cultural, etc.), pero es posible identificar aprendizajes y logros.

Ya que mencioné lo bueno que ya se hizo y debería seguir haciéndose, hablaré de lo que todavía no es práctica común, pero que es importante que lo sea.

El consejo de administración después de la pandemia

  • Evaluar al consejo: esto lo he mencionado en otras ocasiones, pero la evaluación del consejo es prioridad, ya que, ayuda a identificar las oportunidades y el trabajo bien hecho; así se corrigen los errores a tiempo (o antes de causar más daño) o se reconocen las estrategias exitosas para repetirlas y adaptarlas a nuevas condiciones.
  • Recordar la importancia de asegurar la sustentabilidad del negocio: a través de la resiliencia es posible lograr este objetivo. Más que garantizar estabilidad económica, debe pensarse en cómo los líderes de la empresa y el consejo pueden trabajar en equipo para implementar cambios inteligentes que respondan a las necesidades de la organización en medio de situaciones complicadas; me refiero a:
    • Revisar la forma en que se realizan negocios
    • Las herramientas novedosas que podrían hacer más sencilla la operación
    • Ajustar la agenda para enfocarse en lo que debe resolverse con urgencia
    • Hacer más flexible al consejo para tomar decisiones contra reloj
    • Procurar líderes que hagan gala de su creatividad al enfrentar problemas
  • Hacer un balance entre las ganancias y el bienestar de los trabajadores: dicho lo anterior, recordemos que no todo se trata de tener felices a los directivos o inversionistas, sino también de crear un balance que garantice “que los líderes corporativos tomen en cuenta a las comunidades locales (a través de la oferta de bienes y servicios que se necesiten), garantizar que los proveedores que necesitan efectivo no se queden fuera del negocio y que compartan las preocupaciones con los empleados de primera línea”, como se explica en el artículo mencionado de Harvard Business Review.

Conclusiones

Antes no considerábamos que una crisis como la pandemia pudiera ocurrir, mucho menos impactar a las empresas y sus consejos con esa velocidad fulminante. Lo que sucedió ha cambiado todo eso; lo más seguro es que ocurran otras crisis relacionadas con la protección de datos en el entorno digital, rupturas en los algoritmos de intercambios de seguridad, desastres climáticos, conflictos bélicos u otro virus. Más vale que lo que aprendimos en estos dos años no se olvide, ya que, nuestro futuro depende de ello.



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